MÚSICA

El saxo de Sabina

El ejeano Josemi Sagaste ha trabajado con los artistas españoles más conocidos. Con Joaquín Sabina lleva dos giras consecutivas.

José Miguel Pérez Sagaste, rebautizado como Josemi Sagaste por Sabina, en el Gran Hotel de Zaragoza, la semana pasada.
El saxo de Sabina
ESTHER CASAS

Sus inicios fueron con la banda y la charanga de Ejea. "Donde empezamos todos", dice, sincero. Acabó la carrera de saxofón en el Conservatorio, pero las clases no le iban mucho. Poco imaginaba entonces, cuando se desplazaba a Zaragoza dos o tres veces a la semana, que acabaría tocando con los mejores. Algo de lo que culpa a unos aragoneses: los Ixo Rai. "No me gustaban las clases y me preguntaba por dónde tirar. Entonces, surgió colaborar con ellos. Me sacaron por ahí, conocí oficinas de Madrid y la cosa cambió".


Aunque no cree en las casualidades. "Para tocar con los grandes, hace falta menearse por muchos garitos", afirma. Y así hizo Josemi Sagaste. Estudió jazz en Finlandia y Madrid, lo que le sirvió para conocer a muchos músicos de la capital. Un día, un amigo, trompetista, le llamó. Buscaban un saxo para grabar el himno del Atleti que iba a interpretar Joaquín Sabina. En el estudio, conoció a los "jefes" de su banda: Pancho Varona y Antonio García de Diego. Le pidieron el móvil. Y sonó. Josemi acabó tocando en el concierto de 40 aniversario de los 40 principales, en 2006, acompañando a Bosé o Shakira. Al año siguiente, se embarcó en su primera gira con Sabina. Un artista al que conocía de oídas? "De joven, lo escuchaba porque le gustaba a mi novia. ¡Ya se lo he dicho a él! Gracias a ella, descubrí que era más que 'Y nos dieron las diez'. Yo lo considero un poeta. ¡Y un capo!".


Un capo que lo ha vuelto a reclutar y con el que lleva más de cien actuaciones en 2010, seis de ellas en Aragón, en las que Josemi va disfrazado de marinerito? pero no de comunión. "Joaquín siempre pone en sus recitales algo relacionado con el mar. Este año me ha tocado a mí. Voy con una gorra que me trajo de Praga. Es un tío muy majo y cercano", cuenta. De entre todas estas noches de éxito, Josemi se queda con dos. Por supuesto, con el concierto en su Ejea natal. "Fue un orgullazo que Sabina, tras el primer tema, dijera: 'Hoy tocamos la banda de Josemi", recuerda. También tenía muchas expectativas con el último 'show' en Zaragoza, el de las pasadas fiestas. "Yo nunca he visto las Vaquillas, porque he tocado en el Pilar. Con Tako, la Bogus Band? Para mí era importante esta fecha. Joaquín quería homenajear a Labordeta, con el que yo toqué junto a Ixo Rai y al que admiraba. Además, al ser en Interpeñas y la cuarta parada zaragozana de la gira, habíamos ensayado mucho para variar el repertorio", informa. La noche no acabó del todo bien. El cantante se puso malo y tuvo que abandonar a falta de los bises. "Cuando empezó a cantar, nos miró y notamos que estaba mal. Le diagnosticaron gastroenteritis aguda y suspendió su siguiente fecha", zanja Josemi.


Ayer, ya estaban de nuevo en la carretera, en Las Palmas, en una de las últimas noches del tour. Cuando acabe, habrá que sentarse a esperar otro. "La vida del músico es así", se conforma Josemi. Por lo menos, podrá volver a Bardenas, a Ejea, donde sigue viviendo? cuando le dejan. "En el último año, he estado días contados. Han sido más de cien conciertos en doce países. Pero, como tenga 48 horas libres, ¡allí me planto!".