CINE

'El gran Vázquez', homenaje al tebeo y al dibujante

Aplausos en el Festival de San Sebastián para la comedia que protagoniza Santiago SeguraTras el buen humor, llegó el horror, por partida doble, con la coreana 'I saw the devil'.

Santiago Segura, de rodillas, junto a parte del equipo de 'El gran Vázquez', ayer en San Sebastián.
'El gran Vázquez', homenaje al tebeo y al dibujante
AFP PHOTO

Si todo el cine español que se va a ver estos días en el Festival de San Sebastián posee la calidad, el buen estilo y el rigor, además de parecido espíritu y humor que 'El gran Vázquez', entonces se podrá certificar que nuestra cinematografía sí vive un buen momento. 'El gran Vázquez' es la primera de las cuatro producciones nacionales que este año figuran en la sección oficial a concurso del certamen donostiarra -también está, aunque fuera de competición, un documental sobre la lucha de Pasqual Maragall contra el alzhéimer-. Ha sido dirigida por Óscar Aibar, está protagonizada por un reparto soberbio en el que destaca un muy acertado Santiago Segura en el papel principal -su trabajo huele a premio, pero quién sabe-, y es un homenaje al mundo del tebeo español que se hacía en España en los años 50 y 60. Este cálido homenaje lo sirve Aibar a través de una comedia realizada con mucha seriedad, como él mismo apuntó ayer, una comedia que se fija especialmente en la figura de un dibujante de leyenda, Manolo Vázquez, el padre de las Hermanas Gilda, de la Familia Cebolleta, de Anacleto?, pero en el que también cabe el retrato de toda una época y, especialmente, el del tebeo, nuestros tebeos de Bruguera y los artistas que estaban detrás de ellos.

'El gran Vázquez', que fue muy aplaudida, lo que es de justicia, cuenta la historia real de Manolo Vázquez, un personaje propio de nuestra picaresca y un genio como artista. Vázquez vivió la vida intensamente, eso sí, timando a los demás, engañando, sacando dinero de todas partes y evitando pagar siempre cualquier deuda que pudiera contraer. Era, tal y como queda retratado en la película, un hombre capaz de atrapar a los demás con su labia, con su forma de vida, enamorando a toda mujer que se pusiera en su línea de tiro, amando pero no tanto como le amaban ellas a él. Padre de varios hijos de diferentes mujeres, Vázquez pasó por la cárcel en varias ocasiones, fue capaz de 'vender' en tres ocasiones la muerte de su padre, con lo que consiguió tres préstamos para tres funerales inexistentes, y, al mismo tiempo, los que le conocieron, y los millones de españoles que disfrutamos con sus historietas, vieron en él a un genio.

Óscar Aibar ha tenido la virtud de construir sobre este personaje y su época una buena comedia. O sea, una película realizada con mucho esmero, muy bien trabajada y con una acertada caracterización de época y personajes, en la que brillan, además de Santiago Segura y su personaje, otros cuantos tipos inolvidables. Creo que 'El gran Vázquez' va a tener una estupenda trayectoria comercial.

Corea y el horror

Buena parte del cine coreano, o de sus actores, parecen sentir una extraña fascinación por el terror en sus distintas formas. La película que ayer se presentó a concurso en San Sebastián da fe de dicha pasión. Se trata de 'I saw the devil', una producción a la que ya íbamos advertidos: "Contiene escenas de extrema violencia", era la frase que se podía leer junto al fotograma anunciador de este filme de Kim Jee-Woon. Y no le faltaba razón. La cosa va de un asesino en serie y de un vengador justiciero, ambas de armas tomar, mucho más sanguinarios y terribles que lo que cualquiera pudiera pensar ya que uno y otro son capaces de ofrecernos las escenas más espeluznantes. Hay, por un lado, un criminal que secuestra jovencitas, las descuartiza y mata. El marido de una de sus víctimas decidirá seguirle la pista y, a partir de ahí, imagínense ustedes todo lo peor.

Cada vez que veo una película como esta, en la que todo se resume en construir una sucesión de secuencias a cada cual más repugnante, donde exhibir cómo se descuartiza a alguien forma parte del material narrativo, me pregunto cuál es su objetivo. De momento, lo que consigue 'I saw the devil' es que mucho público se marche de la sala y otro tanto pase media proyección mirando para otro lado.