MÚSICA

Cachés millonarios en un verano de crisis

La difícil situación económica ha vaciado las gradas en algunos grandes conciertos, pero la mayoría de artistas hace oídos sordos. Los 'sueldazos' de las estrellas obligan a elevar el precio de las entradas y los promotores dudan entre afrontar las pérdidas o cancelar el evento.

Cachés millonarios en un verano de crisis
Cachés millonarios en un verano de crisis

Aveces la clave de un concierto no es ni la voz del artista ni las canciones que interpreta, sino un simple ascensor. El cantante Chayanne, en su actual gira española, irrumpe en el escenario en un elegante elevador: una cara entrada triunfal que algunos municipios no pueden permitirse, como la ciudad canaria de La Laguna. El elevado caché del artista se cubría con la venta de entradas, pero la gran cantidad de instrumentos musicales y el ascensor de la discordia disparaba el sobrecoste hasta los 18.000 euros. Tras un tira y afloja, el concierto programado para el 19 de septiembre fue suspendido.

Las grandes estrellas de la música viven todavía en 2005. La crisis parece no ir con ellas y eso se refleja en sus cachés, que incluso se han duplicado en los últimos meses. Metallica, que cobró un millón de euros por actuar en Zaragoza en 2004, pide ahora dos millones por un espectáculo similar. Las entradas, que en el concierto de La Romareda costaban 36 euros, ascienden ahora a casi 70.

"Actualmente, cuando se organiza un concierto, hay un riesgo alto de encontrarse con pérdidas. Los costes del caché son altos y muchos espectadores han dejado de acudir a los recitales debido a la crisis", asegura el promotor aragonés Míchel Pérez, que este año trae a Zaragoza a figuras como Alejandro Sanz, Miguel Bosé o Chayanne, y que también organiza el FIZ.

Tres millones por dos horas

Precisamente porque saben que su nombre llena grandes recintos, los representantes de los artistas superventas no se apean del burro a la hora de negociar contratos. Así, los Rolling Stones piden 2,4 millones por dos horas de concierto, U2 ha llegado a solicitar 3,6 millones y Madonna supera también los 2 millones.

"Para semejantes cachés hay que poner entradas carísimas y confiar en llenar el recinto. El promotor es consciente de que no es momento de pagar 60 euros para ver a un artista, pero los montajes son tan grandes y los sueldos tan elevados que no te queda más remedio", admite Pérez.

Algunos promotores no han querido jugársela este año en Aragón y la región ha perdido grandes citas musicales como el Metalway, que en sus anteriores ediciones reunió a decenas de miles de aficionados al rock. Otros artistas, como Mark Knopfler, pasaron de largo después de que la promotora hiciera un sondeo y llegara a la conclusión de que un concierto del ex de los Dire Straits hubiera reportado grandes pérdidas en Zaragoza. Es un verano difícil, como se ha visto en el gran evento musical del FIB, que cerró sus puertas este año con 70.000 espectadores menos que el año pasado.

Para Pérez, cancelar es una palabra prohibida: "Me parece una falta de respeto hacia el público, el promotor ha de ir a por todas y asumir las pérdidas si se presentan. Afortunadamente, las entradas para los conciertos de Alejandro Sanz y Chayanne en Zaragoza se están vendiendo muy bien y no habrá problemas. Los grandes tienen un público muy fiel".

Peroincluso las grandes estrellas se enfrentan antes o después a la cruda realidad. Artistas de renombre como Christina Aguilera, Rihanna, Limp Bizkit, los Jonas Brothers, Kings of Leon o The Eagles han tenido que cancelar este verano conciertos o incluso aplazar giras ante la falta de demanda del público. Cada vez es más difícil colgar el cartel de 'no hay entradas' y este verano solo superestrellas como Lady Gaga, Justin Bieber o Black Eyed Peas cumplen con las previsiones.

"Los cachés se negociaron hace un par de años y por eso se mantienen tan altos. A partir de ahora se comienzan a negociar los de 2011 y entonces veremos si se mantienen semejantes cheques por concierto", aventura Pérez.