STARKYTCH

"Nos gusta pinchar mirando a la cara de la gente"

El dúo zaragozano formado por Mariano Bazco y Juan Carlos Higueras cumple este verano diez años agitando pistas con la música retro por bandera. Hoy podrán comprobarlo en Huesca.

El dúo de pinchadiscos Starkytch
"Nos gusta pinchar mirando a la cara de la gente"
PEDRO ETURA/A PHOTO AGENCY

En nuestras sesiones enlazamos el 'High way to hell' de AC/DC con 'La abeja Maya', el 'beat' es parecido". El improbable matrimonio musical bendecido por el dúo de DJ Starkytch -Mariano Bazco (Alagón, 1969) y Juan Carlos Higueras (Alagón, 1968)- da buena idea del desprejuiciamiento de sus sesiones, siempre presididas por el ánimo más festero. Seguidores de un camino, el de la música retro, muy transitado en la actualidad, cuentan con la baza de ser pioneros, con diez años de carrera a sus espaldas, que les avala y celebran estos días.


Hace diez años, el término retro no estaba tan manido. ¿Qué aportan ustedes ahora al concepto?

Cuando empezamos hacíamos gracia porque era el momento del techno y del bacalao. Pinchar a Madonna, a Nirvana, o poner 'Love is in the air' no era lo normal y la gente lo agradecía. Ahora ya no ocurre eso, así que lo suplimos con ironía y con autenticidad. Lo nuestro no es pose y ponemos distancia. Nos encanta Naranjito pero también nos reímos de él.


Lo suyo no es nostalgia...

No queremos volver a los 80, pero nos gusta rescatar lo que merece la pena de entonces. En el programa que teníamos en Aragón Radio siempre nos despedíamos diciendo que "cualquier tiempo pasado no fue mejor". Lo que buscamos en nuestras sesiones es que la gente se desinhiba, que deje a un lado sus prejuicios musicales.


Se describen como pinchadiscos frente al término DJ. ¿Cuál es la diferencia?

Para nosotros un DJ hace una sesión lineal, preparada, donde prima la técnica y donde el selector tiene el protagonismo. Pinchamos por y para la gente, como en el teatro, intentamos romper la cuarta pared. A nosotros nos gusta pinchar mirando a la cara de la gente.


Para los profanos, ¿cómo es una sesión de Starkytch?

Una fiesta con ritmos que discurren de los 60 a los 2000 a través de hits. Antes preparamos una especie de línea argumental, pero siempre queda un hueco para la improvisación. Además, en estos diez años, nuestras sesiones han derivado hacia el 'show', con la incorporación de dos 'go-gos' y una 'drag-queen', además de los visuales de Héctor de la Puente, que son brillantes.


¿No creen que algunos de esos éxitos 'retro' están ya muy quemados?

Sí, pero hay que pinchar las canciones en el momento justo, para eso nos sirve también la experiencia de estos años. Aunque seguimos descubriendo canciones a mucha gente. Y también las sacamos del baúl de los recuerdos o les ponemos título y autor: vemos cómo durante las sesiones la gente se da codazos como diciendo "¡Hala, esta canción!", o nos vienen a preguntar después. Algunas de las canciones más petardas que pinchábamos al principio han acabado redimidas. Además, ahora ya no hay medios para escuchar música de antes. Las radiofórmulas están muy segmentadas y dirigidas a públicos concretos.


O sea, que son algo así como propagandistas musicales...

Exactamente. Y, antes, con el programa de radio, lo notábamos mucho. Había gente que venía a las sesiones porque nos oía por la radio. La verdad es que lo echaremos de menos?


¿E internet?

Internet no sirve para descubrir, sino para buscar cosas concretas. A nosotros nos ha ayudado mucho para hacer 'flyers' (risas). Como el de ahora, con Ana Obregón, Pitita Ridruejo y Andy Warhol.


Hay otros conceptos de los que no abominan que también han sido bastante manoseados en estos diez años, como 'kitch', precisamente...

Para nosotros 'kitch' puede ser alguien con estilo.


¿Y lo hortera?

Hortera es la estética de algunos futbolistas. Alguien 'kitch' es auténtico, el hortera solo va a lo que se lleva en cada momento.


¿Y qué es para ustedes el petardeo?

La fiesta. Vivir la música sin complejos.


Muchos certifican la muerte de la canción del verano.

Ahora, más que canción de verano hay canción de momento, porque todo va muy rápido. Tanto, que para nosotros el 'Hang up' de Madonna es retro. Lo que ha ocurrido es que en determinados momentos ha habido demasiadas candidatas a ese título, pero volverá, tiene que volver, por lo que tiene de acto litúrgico, de tema que une a todos, sin distinción de edades? Nos ayuda a sentirnos parte de la masa.


¿Qué opinan de la eclosión del fenómeno DJ? En estos diez años, ha salido un DJ en cada esquina?

No lo vemos mal. En general es gente que tiene algo que decir a través de la música, que le gusta la música. Y eso es muy necesario ahora mismo?


¿Cómo ven el panorama musical en Aragón?

Sin oportunidades. Hay mucho bueno, pero no hay salidas.


¿Es Aragón tierra de pachanga?

Somos divertidos. La gente se entrega en nuestras sesiones.


En estos diez años les habrá pasado de todo...

Recordamos con mucho cariño cuando participamos en la que fue la última noche de la sala La Paloma de Barcelona. O cuando conocimos a Georgie Dann, un gran profesional. O a King África, hacia el que teníamos prejuicios pero que al conocerlo descubrimos a un buen tío que, además, nos pasó algunas canciones que queríamos tener hacía tiempo.