LUNA LUNERA

Nick Lowe se adueña hoy de la Lonja de Sos con su 'duduá' elegante

Maika Makovski abrirá la velada (23.00) en el Luna Lunera más ecléctico hasta la fecha.

Mister Nick Lowe, dandy sin cocodrilo.
Nick Lowe se adueña hoy de la Lonja de Sos con su 'duduá' elegante
HERALDO

Hace dos semanas, Elvis Costello demostró en la Lonja de Sos del Rey Católico que, para algunos privilegiados, los años pasan pero no pesan. Esta noche le toca apuntarse a los beneficios de ese axioma a Nick Lowe, compañero de correrías de Costello y productor de sus primeros discos desde 1977. Le antecederá en escena Maika Makovski, la más prometedora y enigmática de la nueva generación de cantautoras españolas: lánguida de rabia contenida y mucho talento por explotar.


A Lowe se le conoce sobre todo por dos canciones, aunque no todo el mundo sabe que las escribió él: 'Cruel to be kind' y ('What's so funny 'bout) peace, love & understanding'. La primera está en los pies y las cabezas de todo aquel que fuera adolescente enamoradizo en los primeros setenta, aunque la letra no sea precisamente un atracón de azúcar. La segunda se hizo famosa en el repertorio de Elvis Costello & The Attractions, y figuraba en el listado de canciones del londinense el pasado 24 de julio en Sos como la última tonada del último bis... Pero no la tocó. Habrá que apostar por oírla hoy de los labios y las partituras de su autor original. Lowe debe a este tema su bonanza económica: la versión que hiciera Curtis Stigers para la banda sonora de 'El guardaespaldas' (1992, con Whitney Houston y Kevin Costner como protagonistas) le hizo millonario por los royalties, después de pasar apuros personales en los ochenta y batallar contra su alcoholismo.


Para los no iniciados y, quizá alarmados por la apariencia de este señor en la actualidad: Lowe no es ningún mojigato. En 1969 fundó la banda Brinsley Schwarz junto al guitarrista del mismo nombre: carne de pub con regusto country, referencia de parroquianos afines a los dardos y las jarras de cerveza tibia. Su apuesta rupturista en los seis años siguientes fue un retorno a las bases del ritmo inventado en su día por Cochran, Chuck Berry o Bill Haley, en un momento en el que Pink Floyd, King Crimson y Led Zeppelin pavimentaban la avenida rock de grandilocuencia.


Se puede afirmar que sentó las bases del punk -produjo el primero disco de Damned: el primer álbum punk- sin integrar luego las filas del invento. Lowe siempre gustó de contar sus historias en poco tiempo y con un ritmo suficiente para mover los pies en sano compadreo. El año pasado, con el recomendable recopilatorio 'Quiet please', ofreció a las nuevas generaciones una pista clara de por dónde ha trasegado su vida artística.


Makovskimanía

Maika, por su parte, es la gran esperanza de su tribu. Canta en inglés: no por moda, sino por entrañas: tiene un ADN viajero (sangre andaluza y macedonia, mallorquina de infante, barcelonesa de residencia) y un pasaporte con muchos sellos del servicio gringo de inmigración. Y se parece más a PJ Harvey que a Russian Red: es más malota que tierna, sin que haya nada peyorativo en una u otra categorización. Su voz y su estilo tienen también modelos válidos en talentos como Tori Amos o Fiona Apple. Para iniciarse en su mundo, un disco (homónimo) y una escucha en Spotify de las que anima a acercarse luego por la tienda. Hay madera.