El Pirineos Sur se llena de cumbia, reggae y sabrosura mexicana con El Gran Silencio

Fusionan cumbias con reggae y hip hop. Son roqueros con aspecto de cantantes norteños mexicanos que portan estampas de la Virgen de Guadalupe en sus camisetas. El Gran Silencio predica sabrosura en sus canciones y hoy (a las 22.30) subirán al escenario de Sallent de Gállego para mostrar su talento en Pirineos Sur.

Nacieron como un dúo de guitarra y armónica en Monterrey, una de las cunas de la música mexicana en los últimos años. Hoy cuentan con seis miembros: José Ángulo pone la voz y las guitarras junto a los hermanos Cano y Tony Hernández; la Wiwa Flores se encarga del bajo, Ezequiel Alvarado está tras la batería y el toque distintivo lo da Isaac Valdéz con su acordeón.

'Vi-Vo', su más reciente álbum, fue grabado en directo y es un viaje por su historia. Lo presentarán en Madrid, República Checa y Bélgica tras pasar por Pirineos Sur. Así describen ellos su estilo musical: "Cumbia, reggae, raggamuffin, ska, hip hop, polka, rock rupestre, rap, norteño, y todo eso junto y revuelto".

En sus temas no solo se fusionan ritmos, sino también idiomas, ya que muchas veces utilizan el 'spanglish', un dialecto que mezcla español e inglés y que es muy típico escucharlo entre los inmigrantes mexicanos que viven en Estados Unidos.

El camino del grupo arrancó en 1992 en los escenarios de varios concursos de su país, pero no lanzaron su primer disco hasta 1996. 'Dofos' se llamaba. El segundo llegó dos años más tarde bajo el título 'Libres y locos' y de él se vendieron 600.000 copias. Con el tercer álbum, 'Chúntaros Radio Poder', se consagraron como una de las grandes bandas de México y de toda Latinoamérica.

El primer single de ese disco, 'Chuntaro Style', sorprendió a todo el continente por su forma de mezclar ritmos norteños mexicanos como el tex-mex con otros como cumbia y ska. 'Círculo de amor' y 'Déjenme si estoy llorando', del mismo álbum, también se colaron en las listas de lo más sonado de aquel año 2000.

Ese disco, aseguraron los integrantes de El Gran Silencio, fue un homenaje a la radio, en especial a la de su región norteña, y gracias a él se convirtieron en uno de los grupos más influyentes de la llamada 'avanzada regia'.

En ese movimiento de mediados de los noventa se agruparon varias de las bandas originarias de Monterrey que entonces comenzaban a sonar fuerte en las radios mexicanas. Muchas veces, la única conexión entre los miembros era su zona de origen, aunque otras también coincidían en estilo.

Aparte del concierto de los mexicanos, Pirineos Sur ha programado hoy sus primeros talleres. El primero se dedicará al cajón flamenco.

Será impartido hasta el próximo 15 de julio por el guitarrista Alejandro Monserrat con Nacho Estévez al cajón. La cita es en el polideportivo de Sallent de Gállego, de 10.00 a 12.00, con un precio de 10 euros. A lo largo de las tres jornadas, los asistentes aprenderán, especialmente, a acompañar con el cajón a otros instrumentos, en este caso la guitarra.