EXPOSICIONES Y MUESTRAS

La resurrección del Centro de Historia

En los últimos cincos años el recinto ha multiplicado por trece el número de usuarios. De 8.794 visitas en 2005 ha pasado a 120.613.

Su propia indefinición lo define y se ha convertido en parada obligatoria en el paseo cotidiano de los zaragozanos ávidos de referencias culturales. Desde ayer su cripta conmemora los 15 años de actividad de 'Arrebato', esa sala de La Magdalena que es el pulmón multicultural del barrio y un ejemplo de gestión asamblearia y horizontal. Si uno sube las escaleras se topa con lo mucho y bueno que ha salido en los últimos tiempos del estudio Camaleón y, algo más arriba, se descubre en Quito. Es el Centro de Historia de Zaragoza que en los últimos cinco años ha multiplicado por 13 el número de personas que pasan por él. Si en 2005 sumó 8.794 usuarios, el año pasado alcanzó los 120.613.


¿Un milagro de la cultura contemporánea? El gran subidón vino de la mano del cambio de filosofía de centro de exposiciones permanentes a temporales y de 8.794 visitantes en 2005 pasó a 64.823 en 2006. Y así, aunque con saltos más modestos, sin parar, 89.967 usuarios en 2007 y 112.492 en 2008 para llegar a los 120.613 ya apuntados.


"El centro está consolidado con una afluencia de unas 90.000 personas cada año", arguye su coordinador, Joaquín Merchán, que no esgrime estas cifras como un logro, aunque resulten llamativas. Superar las más de 42.000 entradas que registró el año pasado la muestra 'Origami' es misión imposible, y las cifras de asistencia se resentirán algo este 2010. Un público de calidad porque, como dice Joaquín Merchán, "acude exprofeso".


Con entre 15 y 19 exposiciones por temporada, el Centro de Historia pretende reflejar el presente más actual, revisar los procesos de evolución histórica y social de cualquier época e incorporar temas que motiven al ciudadano.


"Nuestra línea la ha ido marcando la propia actividad, lo que nos permite tener desde la brigada Lincoln y George Orwell hasta Takashi Murakami y los quinquis", resume Merchán. En esta receta hay cierta retroalimentación entre el Centro de Historia y lo que ocurre en su entorno más inmediato, sin olvidar lanzar miradas mucho más lejos.


Arrumacos a los niños

No queda aquí la cosa. Hay que generar buen gusto entre los más jóvenes y enseñar a consumir cultura, que no es sinónimo de gastar en. Para ello hay que recurrir a la didáctica y enseñar a ver un cuadro. La muestra 'El arte de mirar', con obras de Velázquez, la contaba una dama de alta alcurnia salida de 'Las hilanderas'. Por delante aún quedan los montajes sobre 'Instrumentos de música popular en Aragón' (16 de septiembre a 21 de noviembre) y los 25 años del Caleidoscopio Teatro (16 de diciembre a febrero de 2011).


El coordinador de las instalaciones tiene el empeño de hacer lo propio con la estrella del último trimestre 'Quinquis de los 80' (23 de septiembre a 21 de noviembre). Una producción del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona y La Casa Encendida de Madrid que tendrá aquí su primera itinerancia. El punto de partida es la figura del delincuente acuñada por el género cinematográfico sobre la violencia juvenil que vivió su momento de apogeo entre los años 1978 y 1985. El Vaquilla y el Jaro se convirtieron en héroes de la marginalidad y en ganchos para la prensa.


"Con grupos como Camela y El Barrio hay un cierto resurgir de la música estilo Los Chunguitos y el propio barrio de la Magdalena, por su evolución histórica y el arraigo que tienen en él los colectivos sociales y políticos, es casi un elemento escenográfico de la exposición", avanza Joaquín Merchán. Otras novedades que deparará el recinto de aquí a fin de año son un festival de cine palestino-israelí y el ciclo estival de creación actual 'Graduados 2010' con alumnos de Bellas Artes de Teruel, Fotografía de Huesca e Ingeniería Técnica Superior de Zaragoza.


Cambio de nombre

Sobre las instalaciones planea un cambio de nombre que refleje su carácter de centro de cultura contemporánea. Hubo hasta una consulta y el asunto, harto complicado, está, como dice el coordinador, "en proceso".


A pesar de la crisis mantiene un presupuesto para exposiciones y programación que ronda los 390.000 euros anuales. Entre sus paredes bullen ideas para el año que viene: los Beatles, la imprenta, el vinilo...