CINE

Reloj no marques las horas... por Maribel Verdú

El rodaje del largometraje 'De tu ventana a la mía' en Uncastillo ha revolucionado el municipio con todo tipo de anécdotas. Hasta las campanas de la iglesia enmudecen por las noches.

Foto del rodaje.
Boda secreta de Maribel Verdú en Los Bañales
ESTHER CASAS

¿Por quién no doblan estos días las campanas en Uncastillo por la noche? No se trata de una adivinanza ni de una alusión a la película de 1943, basada en la obra homónima de Ernest Hemingway. La respuesta es estos días motivo de comentarios y de controversia en la localidad cincovillesa. Los toques nocturnos de las campanas de la iglesia de Santa María se han anulado para favorecer el descanso de los actores del filme de la directora zaragozana Paula Ortiz 'De tu ventana a la mía'.

"Me pidieron el favor de desconectar durante unos días y, sin que sirva de precedente, accedí", explica el párroco, Emilio Navarro, que lleva más de 40 años en la localidad. Los artistas principales, Maribel Verdú, Fran Perea y Roberto Álamo, duermen en un hotel rural a unos 100 metros del templo y a esta distancia los tañidos se escuchan alto y claro.

Emilio Navarro confiesa que se ha sentido "entre la espada y la pared", porque la medida ha gustado a unos, otros la han comprendido como algo excepcional, pero también hay quienes la critican. Es la primera vez que enmudecen desde que se electrificaron hace 15 años.

Durante el día las campanas funcionan con normalidad. A las nueve de la noche el párroco sube al campanario a desconectar el dispositivo para volverlo a poner en marcha a las nueve de la mañana. Su único temor es que el sistema "se desprogramara y hubiera que llamar a los técnicos de Valencia". Lo peor no ha ocurrido y cuando la gente del cine se traslade el martes de la semana que viene a Canfranc, todo volverá a la normalidad.

"Una inversión en imagen"

Esta dicotomía entre la costumbre local y la necesidad vital de conciliar el sueño ha sido motivo de polémicas en otras poblaciones aragonesas, como Monzón, Huesca y Villanueva de Huerva. Hay jurisprudencia al respecto. El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Uncastillo, Luis Miguel Frej, explica que, desde el Ayuntamiento, un rodaje de estas características se ve "como una inversión en imagen y entre todos tenemos que favorecer que proyectos de este tipo lleguen hasta aquí". Asimismo, valora la presencia de un equipo de 55 personas en alojamientos y restaurantes de Uncastillo, Sádaba y Ejea de los Caballeros. Admite que el debate sobre el campaneo nocturno se ha suscitado en más de una ocasión y aclara que, en estos momentos, el consistorio no dispone de una normativa municipal sobre contaminación acústica.

Los actores ya se encontraron con el contratiempo del carillón en la localidad navarra de Arguedas. La directora, Paula Ortiz, ha querido grabar en la 'hora bruja', para aprovechar la luz del atardecer, lo que provoca que los rodajes terminen cerca de la madrugada.

El director de producción, Kike Mora, de Amapola Films, destaca "las atenciones y el respaldo" que han recibido en estas poblaciones. En Sádaba, donde ayer rodaron y seguirán el lunes con las últimas escenas, el Ayuntamiento ha puesto a su disposición el albergue, que estaba cerrado.

Un perro muy especial

Una de las estrellas que debutó en Los Bañales ha sido Apple, un golden retriever muy particular que hace de Cierzo, el perro pastor de Fran Perea (Pedro).

"Es un animal ya mayor, tiene 13 años, y llevaba 5 sin trabajar con él", cuenta Alberto Isac, su propietario y adiestrador. "En realidad, está entrenado para ayudar a personas discapacitadas y a aquellas que tienen miedo a los perros, he tenido que enseñarle hasta a ladrar", explica. La artrosis que sufre le ha ayudado también a cojear delante de las cámaras por exigencias del guión. Alberto Isac también es zaragozano, un detalle a tener en cuenta porque en este su primer largometraje Paula Ortiz ha apostado fuerte por su tierra y se ha rodeado de un buen puñado de aragoneses.

Diario de un extra

Los extras de la zona que han vivido hora a hora el rodaje podrían escribir un diario de anécdotas. Lo de menos son los 30 euros al día que han percibido por su dedicación. El uncastillero Rafael Arregui, de 65 años, se queda con esos minutos de conversación que compartió con Maribel Verdú en uno de los descansos. "Me ha parecido que todo el tiempo ha estado muy concentrada en su trabajo. Hemos hablado un poco de lo dura que era la vida en el campo en los años 40 (época en la que está ambientada la historia de Inés)", comentaba a sus compañeros.

Concha Vicente, otra de las figurantes de Uncastillo y directora del grupo de teatro de mujeres de la localidad, se queda con la "experiencia en general" y con la historieta de esos farolillos con bombillas alógenas y baterías para 7 minutos, y que traían de cabeza a los técnicos.

Pablo y Lidia Callau, dos hermanos de Zaragoza que hacían sus pinitos en el séptimo arte, compartieron buenos ratos de jugar al fútbol con un campechano Fran Perea. La doble de Maribel Verdú, Minerva Arbués de Ejea, salió disparada de su toma a unas oposiciones. Todo sea por el arte.