TELEVISIÓN

Otra oportunidad para suicidas fallidos

Grav-i-ty es la nueva serie de la cadena Starz, se centra en la vida de los que no quieren vivirla.

Quisieron morir, ahora se ríen.
Otra oportunidad para suicidas fallidos

Con un antecedente como ‘A dos metros bajo tierra’, era difícil abordar la muerte en una serie desde otro punto de vista original. Si la primera se centraba en una funeraria, esta nueva sigue a varias personas con un denominador común: se han intentado suicidar. Y han errado en su misión, claro. Si no, no habría serie.


Es ‘Grav-i-ty’, un totum revolutum un poco confuso, con momentos brillantes y otros raros, raros, que hubiera dicho el doctor Iglesias Puga. La cosa empezó titubeante: una especie de muñeca gótica que se atiborra a pastillas y tarta. Un oftalmólogo viudo que decide tirarse con el coche por un acantilado. La ex modelo que se raja las venas... Todos acaban en una especie de ‘suicidas anónimos’, en los que se cuentan sus cuitas. Unidos en la salud y en la enfermedad, como en una boda, lejos de organizarse y preparar una nueva versión de Waco.


La producción tiene factura ‘indie’ y, a pesar de tanto suicida fallido, su mejor personaje es el detective Miller, un neurótico policía que sigue a una de estas novias de la muerte. El actor que lo interpreta, Eric Schaeffer, es también guionista y director del invento. Y así cualquiera.


Puede leerse como una ‘sitcom’ algo macabra, como un thriller con humor negro o, incluso, como una de Tim Burton versión hiperrealista. A la larga, parece que todos acaban convencidos de que vivir, aunque sea mal, no es un negocio ruinoso. A pesar del impacto inicial, he acabado descargando sus diez capítulos. Y eso, con el espinoso asunto del que trata, solo puede ser una buena señal…