PATRIMONIO

Buscan en Buenos Aires unas valiosas láminas robadas de la Universidad de Zaragoza

Un juez argentino centra las pesquisas en una librería anticuaria, donde podrían encontrarse varios libros de medicina antiguos y dibujos de Ramón y Cajal con el sello de la institución académica aragonesa.

La Justicia de Argentina ordenó reabrir una causa para esclarecer el robo de unas valiosas láminas que pertenecen a la Universidad de Zaragoza, informaron este viernes fuentes judiciales.


La Cámara en lo Criminal Federal de Buenos Aires dispuso además profundizar la investigación sobre una librería situada en el barrio de la Recoleta, en el norte de la ciudad, para saber si desde allí se pretendió vender los documentos, considerados parte del patrimonio cultural español.


Con esta resolución el tribunal revocó un fallo dictado por el juez federal Rodolfo Canicoba Corral en el que se disponía el archivo de la causa ante la imposibilidad del esclarecimiento, que fue apelado por el fiscal Carlos Rívolo.


"Aún restan pruebas por producir", advirtió el fallo, que dispone que el juez Canicoba Corral haga lugar a las numerosas medidas propuestas por la Fiscalía para poder esclarecer "todas las aristas del evento denunciado".


El caso se originó en marzo del año pasado, cuando llegó un anónimo a Madrid que alertaba que en una librería de Buenos Aires se habían adquirido "libros antiguos de medicina y láminas médicas que contendrían sellos de la Universidad de Zaragoza".


En base a esta advertencia, agentes de Interpol Madrid pidieron colaboración a sus pares argentinos e iniciaron una investigación sobre la librería señalada.


El local tuvo un registro posteriormente, pero la Policía Federal no encontró el material sustraído.


La Fiscalía objetó ese procedimiento al señalar que los agentes policiales no eran expertos en la detección de esos documentos y se habían limitado a revisar los libros contables de la librería, apuntaron fuentes del caso.


Éstas adelantaron que, con esta decisión, el juez Canicoba Corral podría delegar la investigación en la Fiscalía.


En el dictamen que había presentado el Ministerio Público se explicó que la causa se inició "con motivo de una nota enviada al Ministerio de Cultura español por una persona que se identificó como 'doctor Ariel Fernández' y en la que se informaba que en la tienda en cuestión se estarían comercializando mapas y atlas que habían sido robados de la Universidad de Zaragoza".


En mayo de 2006, la Universidad de Zaragoza había denunciado el robo de dos láminas incluidas en la publicación titulada 'Structure de L'écorce Cerebrale de Quelques Mammíferes' de Santiago Ramón y Cajal.


"Curiosamente -señala el dictamen-, una carta similar señalando a la librería de la Recoleta había llegado por mail (correo electrónico) a la ministra de cultura española de parte de un tal Jorge Lackington".


"Ni Fernández ni Lackington pudieron ser localizados por la Justicia. Lo cierto es que el 4 de febrero último se allanó la librería con resultado negativo", destacó.


El dictamen insistió en que el procedimiento "no fue hecho con personal idóneo" y pidió "a la Universidad de Zaragoza, si fuera posible, una copia de las láminas robadas".


El fiscal también solicitó profundizar la pesquisa sobre la figura de Daniel Pastore, propietario de la librería, ya que estaría involucrado en otras causas similares, añadieron las fuentes.