ARTE

Turolenses en Teruel

El Museo de Teruel ha sido, durante años, una de las (pocas) referencias aragonesas en el Territorio Arte. En la vieja Casa de la Comunidad se ha jugado al maridaje de la Arqueología y la Etnografía con las Vanguardias Históricas y la Creación Contemporánea. Con una continuidad apenas interrumpida, las salas de la planta baja han venido exhibiendo el arte de los siglos XX y XXI, con letimotivs como el Surrealismo –rastreando el fantasma de Buñuel– y las becas ENDESA. Ha sido también la factoría de publicaciones excelentes, cuidadas hasta el último detalle. Escaparate para el arte reciente, y espacio para el estudio de un pasado inmediato, con más prestigio fuera de Aragón que dentro, cabe una reflexión sobre la visión que de su actividad puedan tener sus vecinos.


A diferencia de otras instituciones, el Museo de Teruel ha jugado poco al localismo en sus exposiciones. Es algo que, a la postre, han podido agradecer los creadores turolenses. Sin embargo, no está de más que se plantee ahora una mirada puntual sobre los fenómenos locales. Y más, si pensamos en la existencia de una Facultad de Bellas Artes. De eso trata ‘Desde la sombra’, que cuenta con Ernesto Utrillas como comisario y con Anabel Herce como coordinadora.

Lo interesante es que, el Museo ha resuelto el problema con seriedad, en la línea acostumbrada, de modo que los creadores ahora expuestos se ven beneficiados doblemente, tanto por el prestigio de la institución, como por el cuidado del montaje.


Son diecisiete artistas, entre los que está Gonzalo Tena. Su caso es un curioso ejemplo de retorno desde la diáspora al Teruel natal, donde puede seguir su feliz fórmula: hacer “lo que le da la gana”. Ese hacer lo que quiere se convierte en disciplina interna. En sus trabajos últimos el objeto pictórico se sacrifica gozosamente en beneficio del proceso y de la serie.


Junto a Gonzalo Tena están los también pintores Joaquín Escuder, Pascual Berniz, Carlos Gómez Silva y el Equipo Quart. Y Caterina Burgos, que muestra sus grabados. Diego Arribas, Gabriel Fuertes, Fernando Novella y Carmen Escriche presentan un conjunto de esculturas más que notable. Remedios Clérigues ha hecho, por su parte, una instalación escenográfica y multimedia. La fotografía es un apartado importante, con Pedro Pérez Esteban, Mª Ángeles Pérez Hernández y Leo Tena; y no lo es menos la cerámica, con Antonio Cobos, Fernando Torrent y Reyes Esteban.