FOLCLORE

Un libro-disco sobre mucho más que sones tradicionales

Blas Coscollar y Dulzaineros del Bajo Aragón crean un repertorio de 33 piezas para dulzaina y tambor.

'Música para instrumentos tradicionales', el libro-disco que ayer presentaron en el auditorio Eduardo del Pueyo de Zaragoza el investigador y compositor aragonés Blas Coscollar y el trío de Dulzaineros del Bajo Aragón, está muy lejos de ser un volumen sobre temas o melodías tradicionales y populares al uso.


El volumen consta de una colección de 33 piezas de nueva composición interpretadas con dos dulzainas y tambor, entre las que hay polcas, valses, pasodobles, chotis, mazurcas y pasacalles, entre otros géneros que han formado parte del baile de plaza y de las fiestas de los pueblos. En esta ocasión Blas Coscollar ha ido más allá e incorpora un DVD interactivo -con las partituras interpretadas por los Dulzaineros del Bajo Aragón- con el que quiere emular la transmisión oral y facilitar el aprendizaje a quienes se animen a intentarlo. "Creo que marca un punto de inflexión en la didáctica de la música tradicional", explicó ayer.


Así, el programa, que utiliza un sistema innovador para la reproducción de audios por pistas, permite silenciar cualquiera de sus instrumentos (las dos dulzainas y la percusión) y poder ensayar la partitura con la música grabada.


El libro dedica sendos capítulos a la dulzaina y el tambor, y por primera vez se describe de forma exhaustiva la rítmica, los patrones y la técnica (rudimentos, efectos, zonas de ataque...) de tambor empleados en las melodías de tradición aragonesa. Un apartado que, como destacó el propio Blas Coscollar, "va a ser muy útil para los tamborileros y percusionistas porque hay muy poca información sobre el tema".


Concepto de "música endémica"

En el aspecto teórico, esta investigación plantea una "reflexión sobre la música tradicional y su evolución en los últimos años vivida en primera persona y a pie de calle" que lleva al autor a formular el concepto de "música endémica". Una manera de entenderla con esos valores de participativa, vertebradora de los colectivos sociales, integrada en entornos festivos y respetuosa con los espacios de las personas. Cada vez más difícil de disfrutar en nuestros días, pero que todavía se palpa en una buena ronda de las de toda la vida.


Blas Coscollar llamó la atención sobre la portada, con ilustraciones de Tomás Roures, y otras muy curiosas que son reproducciones de trabajos en ganchillo realizados por mujeres del Sobrarbe.


El concierto-demostración plantó cara al partido de España, con un aforo aceptable, entre el que se encontraba la consejera de Cultura, María Victoria Broto.