Desde hace ocho años, los ganadores del premio Danzantes, el máximo que otorga el festival oscense, tienen el privilegio de competir con sus obras en los Oscar. Pocos festivales de cortometrajes en todo el mundo tienen este privilegio que Hollywood concedió a la cita oscense.

Sin embargo, el privilegio no es vitalicio. Cada cierto tiempo, los críticos de la Academia vuelven a ponerse en contacto para comprobar que la calidad del festival se mantiene alta. "Este año hemos vuelto a superar la prueba y nos sentimos orgullosos de ello", afirma Ángel Garcés, director del festival.

Conseguirlo en un inicio no fue fácil, "porque no se lo conceden a cualquiera", explica Garcés. Fueron los propios miembros de la Fundación Festival de Cine de Huesca los que se propusieron conseguir este regalo para los ganadores. "Desde que presentamos todos los papeles y entramos en contacto con la Academia, hasta que nos otorgaron el privilegio pasaron tres años", recuerda el director del festival.

Fueron años difíciles en los que los críticos de Hollywood pasaron por Huesca para medir la calidad del festival. Pero al final, la organización, los trabajos y la variedad de actividades que se presentan en la cita convencieron a los norteamericanos de que los participanrtes en el festival oscense merecería un pase directo a los Oscar.