Rap'susklei es, ahora mismo, un peligro. Acaba de propagar su 'Pandemia' hace apenas dos semanas. Si se atiende a la etimología estricta del vocablo, la intención de este disco es clara: infectar a todo el planeta. Lo hace desde la Madalena, sin 'g', como se pronuncia en el barrio. Hip hop de casta, más veinte años de experiencia en treinta de existencia, lo que significa que este MC empezó muy criatura a darle a la rima: aún no cumplía los diez.

"Me llamo Diego, pero puedes llamarme Rapsus, como quieras". También es 'El Niño de la Selva', y cuando empezó se hacía llamar Puto Sark. "Del niño queda el espíritu, tengo la misma ilusión. En estos veinte años me he llevado un par de tortas, pero no importa. Empecé con 9 años a escuchar hip hop de Latinoamérica, luego me llegó lo de Los Ángeles y Nueva York. Cada vez oía más, me enamoré de la cultura, y ya ves: 27 maquetas y 4 discos".

Al chavalico que empezó a alucinar hace dos décadas no le importaba demasiado lo de costa este u oeste. "De eso te vas enterando después, y la verdad es que no tenía preferencia por una escena u otra. Igual mis gustos eran más de la West: Ice T y Cypress Hill, sobre todo me parecía increíble Mellow Man Ace, el uso del spanglish... y mira que nunca he ido por L. A. En Nueva York sí que actué, en el 2005, pero lo que de verdad me interesa es lo que se hace en América Latina".

En este entorno, los ejemplos que ofrece el MC zaragozano son variopintos. "Tienes que oír a Aldeanos, de Cuba, salen en mi disco, son buenísimos líricamente. Séptima Raza de Venezuela también son muy buenos, como Cancerbero y Zoopa de ahí mismo. En Chile también se ha hecho muy buen rap en la última década…".

El tema que abre 'Pandemia' se llama 'Hiphop Kresía'. No se ahorran los calificativos, las pullas y las frases lapidarias. "He tratado de meter una variedad de estilos dentro del hip hop. Para abrir quería una canción dura, hardcore 100 por 100, y salió. Tiene un vídeo de Ignacio Estaregui. Parece que va a marcar el resto del disco, pero luego ves que no: en el resto de temas hay melancolía, reggae, soul… incluso un blues rapeado. Hemos montado un directo con Karty er Nene y Óscar a Secas, es un buen show".

Rap'susklei ha hecho dupla y alianza con multitud de peña a lo largo de los años, pero ahora mismo anda orgulloso de la entente cordiale que mantiene con los Jahsta, combo de reggae tan zaragozano como su compadre madalenero. Jahsta sacó nuevo disco en 2008 y Diego les acompañó en la gira. "Fue una simbiosis de puta madre. Musicazos, tocaban mis canciones de maquetas y discos… fue un favor mutuo. Además, son buena gente".

Los treinta no han atemperado al Niño de la Selva. "No me gusta el sofá: no bebo, no fumo, no me drogo, pero salir sí salgo. Ahora tenemos Muffin, nuestro sello con Karty er Nene y Stop! Producciones. Damos cancha a proyectos en los que creemos, desde Jahsta a Aniki, Swan, Sharif el Increíble, Óscar a Secas, la gente de Fuck Tha Posse en general, Séptima Raza, Lex Luthorz como productor del sello, La Tribu Selektahs y el propio Karty en dancehall… en eso se pasa el tiempo".

Con esa consideración retorna a las calles en las que se ha criado. "Soy madalenero de la misma plaza, la inspiración sale de por ahí, de la gente de siempre del barrio, los que nos hemos criado juntos, aunque respeto a los nuevos vecinos, ¿eh? Pero hay mucho artista, ahí tienes al Musi que es un pedazo de crack, o a Manuel Tejuela".

Diego no ve escena hiphopera en Zaragoza, sino talento variado. "En Zaragoza nos conocemos todos y nos llevamos bien. Y hay suficientes MCs para que cada cual tire adelante por sí solo, aunque luego te ayudes. ¿Violadores? Han trabajado duro, y se merecen la buena recompensa que tienen, pero su estilo y el nuestro nada que ver, como tampoco con Cloaka Company en su día. La gente ve un estilo Zaragoza desde fuera, pero nosotros no".