LIBROS

El papel se resigna a la extravagancia de los autores

Decía el humanista catalán Joan Fuster que decir buenos días ya era hacer literatura, y tomada a rajatabla, la frase podría abrir las puertas del arte a las últimas invenciones de los escritores.

El papel se resigna a la extravagancia de los autores
El papel se resigna a la extravagancia de los autores

Decía el humanista catalán Joan Fuster que decir buenos días ya era hacer literatura, y tomada a rajatabla, la frase podría abrir las puertas del arte a las últimas invenciones de los escritores. En una época donde cualquiera puede ser un autor, las formas de intentar destacar se multiplican. Y no es de extrañar que cada día se publiquen cosas más extrañas.

Como Fuster, Quim Monzó es catalán, aunque escribe también en español desde hace algunos años. Su última obra es un microrrelato, lo lanzó hace pocos días, pero no impreso en papel, sino en redondos y pequeños imanes para frigoríficos. Incluyó además una versión en planchas metálicas. Apoyado por la Fnac, el escritor celebró con esos inventos el Día del Libro, y repartirá cincuenta mil unidades por toda España. El cuento se llama 'De nuevo'.

Para 2011, medio en broma medio en serio, Monzó asegura tener otra sorpresa: un cuento cuyas letras estarán dentro de un pequeño saco, el lector tendrá que sacarlas, ordenarlas y descubrir el cuento. Para el que lo consiga, premio. "Le regalaremos un paquete con muchos libros", afirmó el autor.

Hace unos años el canadiense Neil Pasricha se deprimía leyendo el periódico. No encontraba noticias buenas, solo "muerte, pobreza y destrucción", dijo hace dos semanas en una presentación, la de su primer libro 'The Book of Awesome' (El libro de lo asombroso).

Ante la falta de noticias que le sacaran de su desánimo, en 2008 creó un blog donde quería mostrar mil cosas sencillas, gratuitas y que proporcionaran felicidad a la vida. En el lugar 522, por ejemplo, está bailar cuando se está solo. Unos puestos arriba, el estirarse por la mañana haciendo ruidos extraños.

Difícil no estar de acuerdo con esas teorías, y el libro contiene 198 ejemplos más. Saldrá a la venta esta semana, aunque el blog ya recibe 40.000 visitas diarias y ganó un premio Webby, los más prestigiosos de Internet. En el ranquin de Amazon, en el apartado filosófico, su puesto es mejor que el del Dalai Lama.

El canadiense cuenta que todos los días intenta encontrar algo que sea "impresionante, gratuito y universal para compartir, como aplastar las burbujas de un envoltorio de plástico, oler una panadería o ver cómo se abre una nueva caja en un supermercado".

La portada de su libro es discreta. Extraño en estos tiempos, donde el gancho más común es la ilustración. La tendencia es crear imágenes en 3D y el objetivo, llamar la atención del lector. Hace años, en San Jorge, algunos libro se presentaron con pesadas y grandes portadas de madera tallada. No era muy práctico, pero sí llamativo.

Otra moda es la de copiar y subir novelas, ensayos y cuentos a la red, donde se distribuyen de manera gratuita (e ilegal). Los escritores afectados se quejan. Aunque hay excepciones. El historiador y escritor madrileño Jorge Magano decidió investigar los archivos de sus obras que paseaban por Internet. Hace unos días descubrió uno de sus libros, y escribió esto en su Facebook: "Flipando. Acabo de encontrar una versión pirata de 'La Isis Dorada'. El individuo que la ha colgado se ha tomado la molestia de corregir las erratas de la edición impresa".