videojuegos

Ironman 2, una aventura de hojalata

Sus desarrolladores solo han tenido un año para tratar de subsanar todos los defectos de la primera entrega, una premura que, si bien corrige algunos de los errores, no termina de convencer.

War Machine
Ironman 2, una aventura de hojalata
MVT

Las prisas son un mal aliado a la hora de desarrollar un videojuego. Es comprensible que SEGA quisiera aprovechar el lanzamiento de la segunda parte de la saga del superhéroe metálico para poner a la venta su homónimo jugable. Sin embargo, esta premura ha provocado que ‘Ironman 2’ sea un título inacabado y con grandes fallos.


Esta segunda parte corrige algunos de los errores de la primera entrega. ‘Ironman 2’ posee unos controles mucho más acertados y las posibilidades de lucha son mayores que las de su antecesor. El jugador podrá elegir entre manejar la armadura de Tony Stark, en sus diferentes versiones, o tomar el control de War Machine, un aliado especializado en armas de fuego que hará las delicias de aquellos a los que les gusta derrochar munición. A lo largo del juego, las armaduras se pueden ir mejorando añadiéndoles dispositivos de ataque y propulsión. El combate cuerpo a cuerpo también ha evolucionado incluyendo combos más elaborados que con el tiempo se vuelven repetitivos.


La trama corre al margen de la de la película. Esta vez, el guión ha sido confiado a Matt Fraction, autor del cómic ‘The invincible Ironman’, una historia que narra el enfrentamiento de Stark contra la malvada compañía Roxxon y en el que se pueden encontrar villanos tan míticos como Crimson Dynamo. Pese a todo, se han mantenido las, poco logradas, versiones digitales de los actores originales de la película.


Las texturas y la profundidad y detalle de los escenarios no son propios de una videoconsola de última generación y están a años luz de la alta definición. Aunque algunas peleas puedan parecer más o menos espectaculares, detalles como las explosiones no han sido cuidados.


Pero tal vez el mayor fallo de ‘Ironman 2’ sea el pésimo doblaje. Las voces de los protagonistas carecen totalmente de sentimiento, el jugador no consigue introducirse en una trama hilada por conversaciones que, en muchas ocasiones, provocan risas y vergüenza.