MÚSICA

El directo salvaje de Pendulum encabeza un Monegros Desert más ecléctico que nunca

La nueva edición de la fiesta electrónica fragatina tiene a la banda australiana y a Laurent Garnier como referentes.

La Mala también actuará en el recinto oscense.
El directo salvaje de Pendulum encabeza un Monegros Desert más ecléctico que nunca

Monegros Desert Festival suele alzar el telón con suspense, por etapas y con distintas maniobras. Internet es una de ellas. Después de que sus organizadores dejasen mirar por la mirilla hace unas semanas (hasta revelar dos tercios del cartel), faltaban las grandes confirmaciones.

Juan Arnau, 'alma mater' del invento desde hace 16 años, y el director artístico de la cita, Eloy Martín, presentaron ayer al completo y a través de Internet esta nueva edición de la gran cita electrónica del desierto fragatino, el festejo que ha puesto color y brillo a este singular paraje aragonés en el mapa musical del planeta: en 2009 hubo 30% de asistencia extranjera. Será el 17 de julio en Fraga, en el rancho de Florida 135, muy (pero que muy) al este del río Pecos.

Este año, la estrella del cartel llega de las antípodas. Pendulum, la formación que viene revitalizando el panorama del drum& bass en la última década, es la gran apuesta de los Arnau para volver loca a la concurrencia. Los directos de estos australianos radicados en Gran Bretaña son escalofriantes: una andanada de beats sobre melodías 'poppies' taladracerebelos, que harían bailar al más acartonado de los mortales. Roni Size -¿quién dijo envidia?- sonríe feliz desde su trono: la música de bajo/tambor ya tiene nuevos príncipes.

Con el carisma del vocalista Rob Swire -responsable asimismo de los sintetizadores y la producción- como bandera, la fuerza escénica de Gareth McGrillen, Perry ap Gwynedd, Paul 'el Hornet' Harding, KJ Sawka y Ben Mount es espectacular. Este verano, quitando alguna sesión en clubes de Ibiza y un bolo mallorquín en la segunda semana de septiembre, Monegros será la única plaza en la que Pendulum desplegará su vendaval hypertrónico. Se espera la famosa remezcla del 'Voodoo People' de Prodigy como cantimplora de agua fresca en duna remota de paraje recóndito.

Gourmet francés

Monegros también rinde pleitesía a un viejo conocido, que regresa al festival con mezcla en vivo y su habitual parafernalia sobre las tablas: Laurent Garnier, el veterano Dj francés, exhibe en estos días su reinvención personal?, y el poso de su saber hacer a los platos, que le ha valido el reconocimiento general del mundillo en las dos últimas décadas. No es plato de gusto en todas las mesas, pero nadie le niega su rango de artista gourmet.

Las dos figuras mencionadas presidirán el escenario principal, Open Air, junto a otra gran esperanza del cartel, 2 Many DJ's (los aficionados confían en que no se repita la espantada del Pirineos Winter, por cierto) y los habituales nombres de postín a los platos: Richie Hawtin, Ben Sims (probablemente, el estilista más depurado del negocio), Dave Clarke o Luciano, por poner algunos ejemplos.

En la megacarpa San Miguel está el espacio estelar del hip hop: SFDK, La Mala, CPV y alguna sorpresilla de EE. UU. que la organización se guarda en la manga. Tras la medianoche, el espacio se entrega al electro bailable y los ritmos tribales. Buraka Som Sistema (los de Angola y el weke weke) o Digitalism son dos referencias muy esperadas por la afición.

En el escenario Eristoff, mientras luzca el sol, todo será minimal y house (Marco Carola, 'benvenuto'; Christian Varela, qué bueno que viniste). Desde la medianoche, parches y cuerdas con fenómenos del porte de Benny Page. En la Red Bull Music Academy, con bárbaros como Aron Spectre y su breakcore de pátina berlinesa, la fiesta y el eclecticismo están garantizados. Por último, en el escenario Apocaliptica, se opta un año más por la caña sin tregua: schranz, hard techno, french core y fieras como Kvitta, Von Schrirach, el oscurísimo The Horrorist o los catalanes Narcotic Dlux.