Miguel Delibes habita ya en el lugar de los escogidos

Un gran clamor popular, de emoción y devoción apenas contenidas, ha protagonizado la conducción del cadáver desde la capilla ardiente, instalada en la Casa Consistorial, hasta el templo catedralicio, que han escoltado varios millares de personas a lo largo de todo el itinerario por el casco histórico.

El compromiso humano y cristiano del escritor fallecido ha destacado el administrador diocesano, Félix López, durante la homilÍa que ha pronunciado en una abarrotada catedral donde, además de los siete hijos del narrador, se ha sentado la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

Al término de la ceremonia, desde el mismo altar, el primogénito de Miguel Delibes, el biólogo del mismo nombre y apellido, ha agradecido las numerosas pruebas de afecto vertidas hacia la familia y a la figura de su padre, "que en los últimos tiempos tenía más ilusión en la otra vida que en ésta".

Desde hoy, los restos de Delibes reposarán en el Panteón de Vallisoletanos Ilustres del cementerio del Carmen, en compañía de otros escritores como José Zorrilla y Rosa Chacel, pero sobre todo cerca de su amada Ángeles, como él quería.