LIBROS

Lee Anderson retrata a dictadores y sus demonios

Augusto Pinochet, Fidel Castro o Hugo Chávez son algunos de los personajes cuyos perfiles esboza el periodista norteamericano Jon Lee Anderson en su nuevo libro 'El dictador, los demonios y otras crónicas'.

Observador implacable, entrevistador consumado y periodista comprometido, Jon Lee Anderson busca en 'El dictador, los demonios y otras crónicas' (Anagrama) las verdades de grandes personalidades de nuestro tiempo a través de minuciosos perfiles que iluminan "la persona secreta" y captan el espíritu del lugar y del momento.


Para Anderson, dentro de un mismo personaje conviven "la persona pública, la persona privada y la persona secreta", y es la tercera, la que nos negamos a mostrar, la que Lee Anderson busca en sus perfiles. "Sin caer en el morbo, siempre intento buscar la persona secreta bajo el supuesto de que ahí está la clave de la persona", precisa.


Así, en su último volumen de reportajes, el redactor de la revista 'The New Yorker' viaja hasta Aracataca, en Colombia, y busca al joven García Márquez en la sencilla barraca de tablas blancas con techo de cinc y al influyente escritor ya maduro en su sedán con "ventanillas a prueba de balas y chasis a prueba de bombas".


Augusto Pinochet, Fidel Castro y Hugo Chávez, también objeto de la mirada de Anderson, tienen en común la atracción que sienten por el poder y la poderosa influencia que por ello ejercen: "Perfilo personajes que ejercitan el poder porque trato de buscar el lado de ellos donde juega la parte de la justicia".


El autor de la exhaustiva biografía 'Che Guevara: Una vida revolucionaria' afirma que, como periodista, solo se ve capaz de juzgar a quienes perfila cuando analiza su relación con la justicia porque "hay una gran responsabilidad moral en ejercer el poder".


Entrevistador incansable, Anderson ha explicado que no termina un perfil hasta tener lo que él llama "una epifanía", es decir, hasta que el personaje o alguien de su entorno no cuenta "una parte de su vida que no se sabía y que, al ser iluminada, nos ayuda a entenderlo mejor que antes".


Anderson plantea sus perfiles como miradas profundas a los protagonistas y su entorno: "Es clave encajar al personaje en su tiempo y espacio, porque, si no, son como satélites orbitando solos", dice.