Dani Mateo: "Hago tonterías y las hago muy bien"

Triunfó en la tele, pero su pasión son los monólogos. Nunca los ha dejado. Dani Mateo se toma con humor hasta el fracaso de su último programa (cancelado hace una semana) y el sábado vuelve a Zaragoza, una de las primeras ciudades donde actúo como “tonto profesional”.

¿A qué se debe tu visita?

Zaragoza fue uno de los primeros sitios donde di un monólogo. Fue allá por el 2005, en un Ja Ja Festival, actué con Don Mauro. Solo por soportarme en esos tiempos tenía que volver. Era una deuda.

Entonces eras un periodista que hacía de comediante, hoy además eres presentador y actor...

Soy un tonto profesional. Es lo que dice mi tarjeta. Hago tonterías y las hago muy bien. Cuando me pongo serio, fracaso.

¿Y de qué has venido a hablar?

De un tema divertidísimo: el fin del mundo. Es algo que tiene que pasar, así que tomémoslo con humor. Además creo que está cerca, será este verano, para pillarnos en mal momento… Es más, deberíamos quedar todos un día para organizarnos, así no nos molesta que el mundo se vaya a la mierda.

Vaya tema... ¿No se te agotan las ideas teniendo que hacer reír a tantos todos los días?’

No siempre lo consigo. En ‘SLQH’ a veces estamos bien, otras regular y otras, fatal. Pero la clave es que todos somos colegas. Imagina que entras en una clase sin empollones, que todos sean el típico payaso. Si llegases mal, solo de ver a tanto gracioso te animarías. Eso nos pasa. Ángel viene con una tontería y después Miki la supera...

De Ángel Martín has sido hasta compañero de piso, ¿le enseñas algo o aprendes de él?

En el programa todos somos más o menos iguales. Ángel fue mi compañero de piso, ya no lo es: si no, no seríamos amigos. Como colegas de trabajo nos va bien, pero nuestra casa era un desastre, deshicimos todo lo que tenía. El día que nos fuimos llegaron unos tipos de negro y la quemaron.

Muchos dicen que dependéis de los guionistas para ser graciosos...

Estoy de acuerdo, el guión es lo mejor del programa. Y lo mejor del guión es que es muy abierto, deja margen a la improvisación. Te permite inventar algo, pero siempre tienes un camino para volver.

¿Y meterse con tanta gente no os trae demasiados problemas?

Nos llevamos bien con unos y mal con otros. ¿Pero por qué crees que las aceras tienen dos lados? Si me encontrase a María Eugenia Yagüe, solo tendría que cruzar la calle para seguir andando.

Interesante... Y aún así seguís siendo cantera de reporteros.

Tenemos un secreto: antes de seleccionar vamos a Telecinco, preguntamos qué quieren y luego buscamos a alguien que lo cumpla.

¿Y qué pasó con ‘Periodistas F.C.’?

Fue un proyecto muy original… Creo que no supimos colocarlo en un buen horario. Tampoco hubo mucho tiempo para que la gente conociera a los personajes. El formato se parecía a ‘SLQH’, pero a nuestros protagonistas no los conocía el público. No dio tiempo a que se hicieran con los nombres de los periodistas deportivos.

¿Lo ves como un fracaso?

No, cuando trabajas en esto no hay que dar tanto valor ni al éxito ni al fracaso. Creo que es hasta algo bueno, porque se me podía subir esto a la cabeza. Lo que cuenta es poder mirar lo que has hecho antes y no sentir vergüenza. Yo no la siento, aunque ya no podré comprarme el yate que tenía reservado.

Aún no he sido víctima de tu curso para reporteros, ¿qué me aconsejas?

No te lo digo como periodista, sino como amigo: no te dediques al corazón. Y si lo haces, asegúrate de tener una madre que pueda soportarlo, si no tendrás que ir con la cara tapada a las cenas de navidad.