Llegaron ayer con toda la energía del mundo y alucinados con el viento helador zaragozano. "Mira que hemos venido veces, que tenemos muchos amigos aquí y hemos tenido unas cuantas novias de aquí, pero siempre sorprende esto del viento", comentaba ayer el guitarrista de Obús Paco Laguna a la hora del café, recién llegado junto al cantante Fortu Sánchez de un suculento almuerzo rockero en el restaurante La Encantaria de la calle Sevilla. "Hemos comido cebra, ¿te lo puedes creer? Y estaba buenísima, gracias a Joan y su esposa, que nos han tratado de maravilla. La gastronomía es nuestra droga".

Los dos metaleros vallecanos estuvieron en la primera formación de Obús en 1981 (Paco y Juan Luis Serrano, que ha dejado la banda para centrarse en su profesión de transportista, habían sido el germen unos meses antes) y siguen en la brecha, preguntando "por las chicas de Zaragoza, siempre han sido muy guapas" y agradeciendo el apoyo a la fiel parroquia metalera zaragozana. "Aquí hay una cultura rockera muy grande desde siempre -apuntaba Fortu-, la gente nos quiere y lo demuestra. Por eso nos pareció bien arrancar gira aquí. Yo solía venir a un garito rockero cojonudo, el Infierno, y ya lo cerraron, pero he oído que va a volver a abrir".

La banda mantiene su tirón en América Latina y Estados Unidos. "Nos encanta tocar allí, queremos ir más con este disco. Además, como la central de Peermusic está en Los Ángeles y el disco sale allí en dos meses, esperamos tocar en otoño por Estados Unidos. Tenemos mucha confianza en este disco, aún no sabemos cómo se recibirán las nuevas canciones en directo, pero enseguida nos enteramos". De momento, el público que llenará hoy la Devizio tiene el pulgar listo para apuntar al techo.