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Dent May: el ukelele es solo la guinda del pastel

Dent May, vestido para matar
Dent May: el ukelele es solo la guinda del pastel
HA

Mirar fijamente a Dent May es un reto comparable a uno de esos duelos de mantener los ojos abiertos. La diferencia es que puede jugar uno mismo con su circunstancia, y ganar siempre. Porque si asoma la sonrisa, May sonríe allá donde esté. Los paseantes veraniegos del Kursaal donostiarra no le admitirían en sus filas por antiestético. Luego, en secreto, harían fila para verle en algún club oscuro, con las esquinas atestadas de probos ciudadanos aterrados ante la idea de salir del armario ‘nerd’ (pardillo, ya sabéis) y proclamar a los cuatro vientos su adoración por él. Pues bien:_Dent May estará el miércoles en el Café Hispano (Camino de las Torres, 42, Zaragoza). Verlo actuar cuesta 10 euros (anticipada) y 13 (taquilla).


Dent May es grande, más allá del su corta estatura o ese gafapastismo vocacional e hipertrofiado. Y ‘cool’, sí señor. Su álbum debut salió con Paw Tracks, sello creado por los ‘coolísimos’ popes de Animal Collective. Tiene una canción que desarma:_‘Meet Me In The Garden’, un éxito instantáneo de letras inspiradas y una melodía que parece haber cincelado un niño prodigio (algo crecido, no del todo lampiño) con el objetivo de dibujar sonrisas cómplices en todo aquel que escuche la tonada. El ukelele es una guinda del pastel:_debajo de esas gafas y el disfraz -¿disfraz?- de abofeteable se oculta un cantante muy apañado, con recursos y ‘filin’, que diría Omara Portuondo. Y está el humor, sutil y arrobado, obvio u oculto entre los versos como líneas escritas en zumo de limón. Entre los referentes estilísticos y sonoros se puede buscar (se puede encontrar) a Beach Boys, The Kinks, Jonathan Richman o incluso Prefab Sprout, encarnado en el matiz menos estomagante de Paddy McAloon. A veces se le va la pinza:_tiene una canción difícil de digerir en la que rinde tributo a Michael Chang, el diminuto tenista estadounidense que ganó Roland Garros en 1989 cuando aún era un adolescente, preso de los calambres con aquel servicio de cintura en la semifinal contra Ivan Lendl. Temas como ‘Oh Paris’, ‘Girls In The Square’ o ‘Love Song’ devuelven al oyente la confianza bifurcada en algún pasaje de ‘The Good Feeling Music of Dent May & His Magnificent Ukulele’ -en inglés es con ‘u’-, y convierten la experiencia del directo en un agradable cara a cara con el esperpento.


Febrero viene cargadito en el Café Hispano con La Kinky Beat (el día 26) y Estige, ganadores del Muévete el año pasado, con Trestrece (día 27). Dos pildorazos de energía y desenfado, cada cual en su estilo. No procede intentar siquiera la comparación con el Rey Nerd. May vive en su propio mundo... que sí, está dentro del nuestro. O cerca.