POLÍTICA CULTURAL

Los 26 festivales y muestras de cine de Aragón quieren coordinar sus fechas

Los certámenes de Zaragoza, Fuentes y La Almunia promueven un calendario de todas las citas cinematográficas, y preparan una reunión para diseñar una coordinadora aragonesa

Pregunta de Óscar. ¿Sabría decirme cuántos festivales y muestras de cine hay en la comunidad aragonesa? Muy pocos acertarían con el número exacto: 26. Todos ellos se recogen por primera vez en un calendario promovido por los certámenes de La Almunia, Fuentes de Ebro y Zaragoza -en orden cronológico de celebración- con motivo de su decimoquinto aniversario en este 2010.


Este almanaque, que en unos días se colgará en las páginas web de estos trillizos cinematográficos de la quinta de 1996 y del resto de citas, se va a convertir en un ensayo para la coordinadora de festivales aragoneses que tomará forma este año 2010. Actualmente solo existen las de Cataluña, Andalucía y Madrid - que tienen dos años de andadura-, y en ciernes están las de Castilla León y País Vasco.


Los directores de los festivales de Zaragoza, Fuentes de Ebro y La Almunia, José Luis Anchelergues, José Antonio Aguilar y José María Pemán - que uno tiene la tentación de comparar con los tres mosqueteros -, intentan cuadrar sus agendas y las de una treintena de personas más para que el 6 de marzo se celebre una reunión de los responsables de todos los certámenes en el Centro de Historia de Zaragoza. "Aquí será cuando empecemos a plantear en serio el proyecto de coordinadora y a debatir el estatuto en el que se establecerán los requisitos para integrarse en ella", Anchelergues, que lleva meses madurando la idea.


Se quiere contar con la presencia de los presidentes de la Filmad (Coordinadora de Festivales de Cine de Madrid) y de la catalana Ci&Vi, Diego Rodríguez y Marta Rodríguez -la coincidencia de apellidos es casualidad-. La nueva Ley Audiovisual ha dado bríos a estas redes autonómicas que sienten la necesidad de defenderse.


El debate nacional sobre la prioridad de racionalizar las ayudas del Ministerio de Cultura a los festivales, en función del público asistente, no preocupa demasiado a Aguilar y Pemán, que no ven un duro del Gobierno central. Sí le afecta al referente zaragozano, que en la edición del año pasado recibió por primera vez apoyo económico desde Madrid. "La polémica ha sido una especie de globo sonda, pero la situación se ha reconducido", arguye Anchelergues, para quien lo que ocurra en la capital española "nos salpica al final a todos".

No obstante, sus preocupaciones, por el giro que toma la conversación a tres bandas, se encaminan más a la necesidad de coordinar las fechas para no solaparse unos a otros y promocionarse conjuntamente. "¿Por qué el calendario de los festivales de Aragón no puede estar en Fitur?", se aventura José Antonio Aguilar. Anchelergues recoge el guante y, por lo que a él le concierne, se compromete a llevarlo en mano al Festival de San Sebastián.


"Sobre todo, calidad y respeto"


"Tenemos que exigir entre todos calidad y respeto, no se trata de competir entre nosotros, sino de sumar esfuerzos y especializarnos". Es la máxima que defiende Anchelergues.


Un vistazo al calendario basta para comprobar que coinciden tres eventos en marzo (las muestras de cine de mujeres en Zaragoza y Huesca y de derechos humanos en la capital aragonesa) y otras tres en mayo (La Almunia, Zinentiendo y Andorra).


Sí se ha solventado la coexistencia que se produjo el año pasado entre los festivales de Zaragoza y el Matarranya. La segunda edición de estos noveles turolenses se traslada a unas fechas que estaban vacías, del 3 al 11 de septiembre.


El encuentro que se está pertrechando para el 6 de marzo servirá, aunque pueda sorprender, para verse las caras. "Hay casos como el de Bujaraloz, en los que, sabíamos de la existencia de una muestra, pero no quién estaba detrás, y, por fin, nos vamos a conocer todos entre nosotros", reconoce José María Pemán.


Hace una década, cuando hubo una intentona de crear una agenda similar, existían la mitad de festivales y muestras. La proliferación valoran que ha servido para acercar el séptimo arte al medio rural.


A punto de arrancar la temporada prefieren no mentar las vacas flacas. Todavía no tienen cerrados presupuestos y confían en que, como mínimo, se mantengan las ayudas. José Antonio Aguilar ataja: "Ante la crisis, imaginación".