CINE

A la vanguardia del 3D sin salir de Zaragoza

Llevan diez años en la brecha, y hoy en día son una empresa puntera en el desarollo del 3D estereoscópico. Entropy Studio, con sede en Zaragoza, ha recibido numerosos premios por su creación de efectos visuales y ha participado en el primer filme de acción real en 3D de Europa.

De izquierda a derecha, Iñaki Lacosta, Jordi Costa y Jaime Cebrián, en la sede de Entropy.
A la vanguardia del 3D sin salir de Zaragoza
josé miguel marco

Si James Cameron hubiese hecho 'Avatar' en Europa, ellos habrían estado en el proyecto. Y les hubiera encantado, porque elogian sin reparos la cinta del canadiense. Son tres los aludidos: los zaragozanos Iñaki Lacosta y Jaime Cebrián, y el barcelonés Jordi Costa. Este trío de socios regenta en Zaragoza Entropy Studio, una empresa que puede presumir de estar a la vanguardia de algo que ha hecho revivir la industria del cine mundial: el 3D estereoscópico.

 

El próximo 12 de febrero llegará a los cines 'Viaje mágico a África', el filme de Jordi Llompart que inaugura en Europa la producción de películas de acción real en 3D, formato ya explotado con éxito por 'Viaje al centro de la Tierra' o la citada 'Avatar'. Entropy ha sido la encargada de hacer los efectos visuales y la animación en 3D del trabajo de Llompart.

 

Todo un desafío, sin duda, del que han salido seres virtuales de aspecto muy real, como un caballo alado, un búho que sale volando de la pantalla hacia el espectador, un león parlante o una pizpireta flor. Iñaki Lacosta, que se ha ocupado de la supervisión de efectos visuales de la cinta y la dirección técnica ("estuve tres meses en Namibia, en el rodaje con leones", dice), explica que han sido necesarias 27 personas durante más de año y medio para sacar adelante ese trabajo. Y no ha sido lo único que han hecho durante ese tiempo.

 

De Render Zone a Entropy

Lacosta, que tiene ahora 38 años, empezó a interesarse por estas tecnologías hace un buen puñado de años. "Yo venía del arte, pintaba, y descubrí que existía una cosa llamada 3D. Era una salida profesional y aprendí a hacerlo; poco después apareció Jaime", recuerda. Cebrián, seis años menor, también tenía una base estética -Historia del Arte- y juntos montaron Render Zone, con la que ya mostraron su interés por experimentar con lo más avanzado al participar en 'Más de 1.000 cámaras velan por tu seguridad', primera película digital en España.

 

Trabajaron para televisión y aquello empezó a funcionar a tal ritmo que "murió de éxito", resume Lacosta. "Tuvimos un crecimiento sostenido que se hizo insostenible", agrega con humor. Así que Render Zone se extinguió para que de sus cenizas, cual Fénix, pudiera surgir Entropy Studio.

 

Un amplio campo laboral fuera de Aragón en el ámbito de la publicidad y la incorporación de Jordi Costa, al que conocieron precisamente gracias a un anuncio de Lancia, terminó de consolidar lo que hoy es la empresa. "Trabajamos con los directores más famosos, como Toni Milanés o Julio del Álamo", comenta Lacosta, "nos llaman los maños", apostilla. Todo el mundo ha podido ver sus efectos visuales en infinidad de anuncios televisivos de marcas como Coca-Cola, Audi, Repsol e incluso en el famoso 'spot' navideño de Freixenet de hace un par de años, con Gwyneth Paltrow y Ángel Corella. Sacan adelante más de 50 proyectos anuales.

 

El secreto del éxito no es solo la excelencia técnica. "Lo que hacemos es muy especializado, y formamos a nuestra propia gente, pero esto roza el arte..." -dice Lacosta- "...y hace falta también gusto estético", completa Cebrián, para quien "las academias te forman en el manejo de programas informáticos, pero hace falta una visión más global, tener cierto bagaje y saber trata con el cliente".

 

Costa, que antes de llegar a Entropy participó en los efectos de 'Buñuel y la mesa del Rey Salomón' (premiados con un Goya), aún agrega un requisito más. "Hay que ser rápido", dice. Los tres saben lo que es trabajar bajo presión, cosa que no impide que se sientan orgullosos de que, pese a todo, en cada uno de sus proyectos quede un sello distintivo de calidad, debido a varios factores. Uno, el más evidente, es el aspecto "elegante, muy cuidado" -en palabras de Lacosta- basado en "que trabajamos muchísimo el color y la luz", precisa Cebrián. Entre sus referencias, citan el cine de Luc Besson, la saga de 'Star Wars' o películas como 'Blade Runner', 'La ciudad de los niños perdidos' y 'Delicatessen'.

 

Otro factor fundamental es que incorporan a su equipo a profesionales de elite específicos cuando algún proyecto lo precisa. Tal es el caso, por ejemplo, de Irina Yébenes, animadora que trabajó en la oscarizada 'Happy Feet' y con la que han contado para 'Viaje mágico a África'.

 

En el caso del 3D, otro elemento es que, "igual que en EE. UU., nosotros desarrollamos nuestro propio software", subraya Lacosta, que lamenta que en Europa sacar adelante producciones de cine de este tipo sea un proceso "lento". Lo achacan sobre todo al desconocimiento. "A los productores les da miedo porque es algo nuevo", opina Lacosta. Y eso que -según cuenta- hasta la fecha todas la películas en este formato han sido rentables.

 

Tampoco ayuda el escaso interés de las instituciones por entrar financieramente en estos proyectos, aunque "hacer una película de animación sí se está apoyando en Galicia o Andalucía", dice Cebrián.

 

"Trabajar para Hollywood es nuestro próximo objetivo", apunta Lacosta. Nada descabellado, para lo que ya están listos técnica y humanamente. Su infraestructura cuenta, por ejemplo, con más de 500 procesadores -un "superordenador", dice Lacosta- y material esteroscópico específico.

 

Numerosos premios en publicidad avalan su trayectoria y también han entrado con buen pie en el cine: dos filmes en los que han trabajado ('The Frost' y 'Xtremes') son ahora candidatos a los premios Gaudí de la Academia de Cine catalana. En cartera tienen proyectos como una película de animación, otra en 'stop motion' con el equipo de 'Los mundos de Coraline' e incluso dos series de televisión todavía en fase "embrional" -precisa Lacosta-, amén de la publicidad e incluso "exposiciones de arte relacionadas con lo nuestro", avanza Cebrián.