¿Qué cualidades ha de tener un buen retrato fotográfico?

El retrato, posiblemente el género artístico más importante de la historia de la humanidad, está asociado a la historia de la representación y la autorepresentación del individuo. La clave se encuentra en el formato, la iluminación, la pose del retratado, el estudio que hay en la mirada y la composición. Lo relevante es el cómo, es decir, el lenguaje, y menos el qué.

¿Es partidario de retocar al personaje retratado?

Trabajo poco las fotografías en posproducción. Es cierto que las nuevas tecnologías han modificado sustancialmente el modo de relacionarnos, el acceso a la información y la circulación de las ideas. La realidad, como la verdad se han visto abordadas por perspectivas como las del simulacro, la ficción o la imaginación con sugerentes interpretaciones como las de Keith Cottingham o Jeff Bark.

¿Qué supone el ser seleccionado para documentar Arco?

Supone visibilidad. Cuando desarrollas el proceso creativo, si no tiene una respuesta no se establece el diálogo necesario. En este sentido, el hecho de ser seleccionado por un jurado tan prestigioso concede una respuesta.

También ha recibido premios por imágenes de temática muy diferente, como la arquitectónica del premio Santa Isabel de Portugal o la minimalista de la reciente Muestra de Arte Joven. ¿Qué prefiere fotografiar? ¿Qué tipo de fotografía le interesa más?

Principalmente me interesa el sujeto. Actualmente trabajo en una linea más neutra, eliminando lo anecdótico que lo rodea, el ser no necesita atributos. Los sujetos no hacen nada, únicamente intentan ser. Tiene más que ver con el planteamiento visual de la pintura egipcia o la del renacimiento. Algo también de fotografía policial.

¿Por qué se hizo fotógrafo?

Realicé mis estudios en París y en Polonia. Comencé muy joven a mirar fotografías. Recortaba las fotografías de periódicos como 'Liberation', e iba a bibliotecas a mirar libros de Robert Frank, Joseph Koudelka o Brassaï. Me lancé a viajar por el mundo y la fotografía me sirvió como medio de expresión personal, de reflexión crítica y de autoconocimiento y de comprensión del mundo. No sé por qué me hice fotógrafo, sé para qué. La fotografía sirve como instrumento para reflexionar sobre la naturaleza del ser social y del ser individual. Con ella construimos una visión sobre quiénes somos.

¿Qué cree que tiene su obra para haber seducido a tantos jurados en tan poco tiempo?

Parece que han llegado de la mano abrazados los últimos cuatro reconocimientos. Ahora eso ya queda atrás. Uno tiene que ser constante en el trabajo, la dedicación y la labor de investigación. Es cuestión de encontrar tu propia voz.

Hace poco inauguraron su galería ZPhoto, ¿cómo está siendo la experiencia?

Se trata sobre todo de un espacio de reflexión sobre la fotografía cuyo fin es la promoción y su difusión como medio de expresión. Está teniendo una gran acogida.