LITERATURA

Diarios íntimos: el vaciado de las almas

La Universidad de Zaragoza ha organizado un simposio internacional sobre los secretos y características de este género que ha contado con grandes maestros como Kafka, Walter Benjamin, Pla o Trapiello, y que sigue de máxima actualidad en el papel y en la red.

En la medida en que aspira a representar la verdad, el diario se convierte en obra de arte y pensamiento, y se hace interesante tanto para la filosofía como para los estudios literarios, precisamente porque excede las formas conocidas de literatura y filosofía", afirman Luisa Paz Rodríguez y David Pérez Chico, directores del simposio internacional 'El Diario como forma de pensamiento en el mundo contemporáneo', que se celebró ayer y anteayer en Zaragoza, organizado por la Universidad y el Grupo Riff Raff. Participaron una veintena de profesores de diversos países y universidades del mundo.

Vida, experimento y proyecto

El diario ha sido, para muchos escritores, como una segunda vida, un campo de pruebas, un vaciado íntimo, una forma de diálogo con uno mismo y con el otro, que está en el fondo del espejo, o todo un ejercicio de creación consolidado y ambicioso en sí mismo. Ahí están auténticos maestros como Jules Renard, André Gide, Leon Tolstoi, Ernst Junger, Walter Benjamin, Virginia Woolf o Franz Kafka; en España figuran nombres fundamentales como César González-Ruano, Pla, Miguel Sánchez-Ostiz, José Carlos Llop o Andrés Trapiello, que ha creado una auténtica novela en marcha con sus diarios, agrupados bajo un título feliz: 'Salón de los pasos perdidos'. En Aragón, en los últimos tiempos han aparecido diarios de autores como Fernando Sanmartín, Antonio Ansón y Julio José Ordovás, por citar algunos.

 

Algunos de los textos de estos autores (Junger, Kafka, Benjamin, Trapiello) fueron analizados, junto a los diarios de Julio Ramón Ribeyro, Augusto Monterroso, Sergio Pitol, José Martí o Carl Schmidt. José Luis Rodríguez pronunció la conferencia de clausura sobre: 'Lukács: sobre el diario amargo de una crisis juvenil'.

 

El poeta, narrador, ensayista y profesor, que formaba parte del comité organizador, explica así la importancia de este género: "Habría que decir, en primer lugar, que podría hacerse una tipología de los diarios. Ahora bien, si hay algo de común en todos ellos es que resultan ser el depurado de la intimidad del escritor, sea novelista o filósofo. En ese sentido, tienen un valor en sí como escritura, al que hay que sumar su carácter de herramienta interpretativa. Muchas veces se confiesa en el diario lo inconfesable de una obra canónica que parece fría y alejada del interés subjetivo".

 

Dice Rodríguez que la elección de este tema se debe a que el grupo Riff Raff está muy interesado en él desde hace años, y reivindica lo que suelen considerarse como "textos de segunda fila". Agrega: "Creemos que la consideración de los epistolarios, por ejemplo, o de los diarios es absolutamente esencial para la comprensión del lugar en que el escritor se sitúa, de sus intereses, de la finalidad de sus textos mismos que la crítica y la Academia consideran importantes". En eso coinciden los organizadores Luis Paz y David Pérez, que afirman en un texto: "Los diarios permiten construir, por sus características formales, imágenes que no se podrían simbolizar por medios formales de otros géneros".

 

Rodríguez -estudioso de Sartre, Artaud o Hölderlin-, optó por el diario de un filósofo como György Lukács (Budapest, 1885-1971). Señala: "Lukács escribe un breve diario entre 1910 y 1911, que son los años en que escribe y publica su primera obra 'El alma y las formas'. La edición alemana de 1911 está dedicada a Irma Seidler, una joven con la que había mantenido una conflictiva relación afectiva. Ella se suicidó en abril de ese año. Lo que revela este 'Diario juvenil' es que Lukács pretende enmascarar en los artículos su pasión y alejamiento de Irma. Lukács dirá que escribe los artículos porque es incapaz de dedicarle poemas. Los textos son poemas enmascarados en los que Lukács justifica el rechazo de un afecto que, por otro lado, confiesa de forma implacable".

Confesiones imprescindibles

Como apasionado de esta forma tan directa y confesional, Rodríguez elige algunos diarios que lo han conmovido, y cita los 'Diarios' de Sándor Marai, "son emocionantes hasta la exasperación. Delacroix escribió un 'Diario' inmenso que es una especie de blog posmoderno en el que cuenta sus visitas, con quién come, por dónde pasea. Tiene el sabor de una receta cuidadosa. Me encanta el 'Diario' de Valéry, que son miles de páginas en las que se recogen impresiones, juicios sobre sus contemporáneos. Nadie puede quedar indiferente ante la lectura de los diarios de Kafka". A propósito del blog posmoderno, el profesor Vicente Rubio de la State University of New York habló de ese tema, y Santiago Morales, de la University of California, Irvine, enunció otro tema candente en su charla: "Elogio de la banalidad o sobre la melancolía en los diarios".