ILUSTRACIÓN

Arturo Elena muestra su evolución como ilustrador en el Museo del Traje

El artista turolense reúne ejemplos de sus 25 años de carrera ligado al mundo de la moda.

Arturo Elena muestra su evolución como ilustrador en el Museo del Traje
Arturo Elena muestra su evolución como ilustrador en el Museo del Traje
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“¿Que si es pronto para una retrospectiva?”. Arturo Elena (Teruel, 1958) reconoce que aún le queda mucho por hacer, que lleva 25 años de carrera, pero que espera seguir “trabajando 25 años más”. Así que la mirada atrás que puede verse hasta el 10 de enero en el Museo del Traje de Madrid, más que como un simple ejercicio de memoria, debe entenderse como la mejor manera de apreciar la evolución del ilustrador turolense desde sus comienzos hasta ahora, convertido en uno de los nombre clave de la ilustración de moda en España. “Ya he expuesto en otras ocasiones, y al final siempre se acaba seleccionando los trabajos que más satisfacen. Lo que he pretendido esta vez es mostrar mi evolución técnica, los cambios en la ejecución del color, que antes era menos refinado, del contorno de las figuras, de las proporciones...”, explica. Y añade: “Pero en absoluto creo que he llegado a ningún tope, pienso seguir perfeccionado mi técnica”.


Una evolución que, paradójicamente, le ha conducido hacia un estilo perfectamente reconocible, como pocos en la ilustración española. Las mujeres filiformes y sofisticadas de Arturo Elena y su exquisito e hiperrealista tratamiento de las texturas (todo lo hace a mano, con rotuladores profesionales, no usa el ordenador salvo para algunos fondos), han seducido a grandes nombres del mundo del diseño y a las más prestigiosas revistas de moda del país. Un estilo que, dice, “empecé a cultivar porque pensé que era lo más adecuado para los trabajos que se me encargaban y que al final ha acabado convertido en mi sello, en mi marca”.


Arturo Elena no considera que la ilustración se vea en España como un arte menor, y más aún aplicada al mundo de la moda: “Aquí ha cambiado mucho todo desde que empecé. Entonces, en los años 79 y 80, apenas había dos revistas y casi nadie sabía ni lo que era ‘Vogue’. Ahora, hay muchísima gente con talento e imaginación, pero el problema es que en este país no hay industria en torno al mundo de la moda, como ocurre en Francia y en Italia. Y ya no digamos en mi tierra, en Aragón, donde apenas he conseguido trabajar. Mucha gente desconoce la cantidad de trabajo y el valor creativo que hay en torno al diseño de moda en España”.


Castin mental

Aunque confiesa influencias artísticas que van de Velázquez, Rafael Mengs o Sargent, pasando por Boldini o Sorolla, y de ilustradores como René Gruau y Stefano Canulli, Arturo Elena no tiene sin embargo un tipo de mujer ideal. “Mis mujeres -explica- son imaginadas, desproporcionadas, no responden a un canon real, como suele suceder casi siempre, por otro lado, en el mundo del figurinismo”. Incluso, cuando recibe el encargo de alguna casa de moda para una campaña publicitaria o para realizar unos figurines, realiza una especia de castin mental de modelos, de manera que sus mujeres dibujadas se ajusten lo máximo posible al estilo de la colección del cliente. A veces, incluso, parte de fotografías que acaba distorsionando.