Encastada salió lla novillada de Los Maños. Un sensacional eral, el segundo mereció la vuelta al ruedo. Otro extraordinario, el tercero; mansito el primero; defendiéndose, posiblemente se lesionaron en el blando ruedo el cuarto y el quinto; bravito y muy exigente, de los que piden el carné, el que cerró plaza.

Juan Sarrión (silencio tras aviso en los dos) sigue en el limbo. Igual que el año pasado. Dubitativo, bailarín, a la defensiva y quitándole la muleta al eral. Esas fueron sus faenas. Con la espada un martirio.

Emilio Huertas (vuelta y oreja) tiene gusto, empaque, personalidad. Muy vertical lanceó al segundo. Descubrió la calidad del torillo. Ligó tandas cortas con la derecha y se recreó con la izquierda. Una serie fue al ralentí. Templadísima, de mano baja, ligada y rematada atrás. Al quinto le enseñó a embestir. En novillero.

Mario Alcalde (oreja tras aviso y silencio tras aviso) tiene recursos, clase y un toreo muy campero. Se llevó una paliza del sexto por quedarse descubierto. Tiene raza.

La final del próximo día 4 la disputarán Miguel Cuartero, Juan Cervera y Emilio Huertas.