FESTIVAL DE CINE

Rendidos ante 'El secreto de tus ojos' en San Sebastián

El realizador argentino Juan José Campanella triunfa en el certamen donostiarra con una película soberbia que todo apunta a que tendrá que estar en el palmarés.

Villamil, Darín y Campanella, en San Sebastián
Rendidos ante 'El secreto de tus ojos' en San Sebastián
JAVIER ETXEZARRETA/EFE

Cuánto se disfruta cuando uno se sienta en un cine y ve una buena película, pero buena de las de verdad, de las que te cuentan una historia estupenda, que ha sido bien dirigida, en la que todo está en su sitio, en la que los actores nos seducen en la pantalla y no solamente por su físico, y en la que, cuando llega el final, incluso desearías que no terminara y saber más del destino de sus personajes.


Esto es lo que me ocurrió hoy a mí y a casi todos los que la vieron con 'El secreto de sus ojos', una coproducción de España y Argentina con la que Juan José Campanella ha venido a competir en la sección oficial del Festival de San Sebastián. Los aplausos y elogios tan justamente recibidos invitan a pensar que, aunque aún es pronto para hacer apuestas, esta magnífica película figurará muy probablemente en el palmarés. El realizador de 'El hijo de la novia' presenta en esta ocasión una historia que promete cine negro, que lo hay, pero que no tarda en ir mucho más allá, tanto por el retrato que hace de cada uno de los personajes, como por las aventuras personales de cada uno de ellos y el tratamiento que da al argumento.

 

Manejando de manera soberbia el relato, y con la fortuna de contar con un equipo de actores extraordinarios, Campanella nos sitúa en los juzgados de Buenos Aires y cuenta la historia de un crimen, un asesinato que sucedió hace veinticinco años y sobre el que quiere volver a investigar un agente al que acaban de jubilar, y que, para matar el tiempo libre, desea escribir una novela sobre el caso. A partir de aquí, con continuos saltos temporales, se asiste no solo a lo que sucedió en el pasado, también a una historia de amor que nunca fue y a muchas otras peripecias personales más.


Gran película 'El secreto de sus ojos' y grandes sus actores, con un Ricardo Darín en estado de gracia, al que yo ya le daría la Concha al mejor actor, y una actriz, Soledad Villamil, que deslumbra por su talento.

Cine iraní y alemán.

Hubo más títulos a competición en la sección oficial de ayer. Además de la de Campanella se proyectó el filme alemán 'This is love', de Matthias Glasner. Curiosamente, también hay en él policías y casos sin resolver, aunque Glasner lo que cuenta, y cómo lo cuenta, es bien diferente. 'This is love' es, sobre todo, una historia sobre seres siempre al borde al abismo. Por un lado, una policía alcohólica que trata de descubrir las razones por las que su marido desapareció un día de su vida. Por otro, un tipo que vive con una niña vietnamita a la que ha rescatado de un burdel y a la que lleva a vivir a Alemania con él. Una película que yo seguí con interés, aunque son demasiados los frentes narrativos que Matthias Glasner abre y ello hace peligrar el resultado final.


Respecto a la iraní 'The white meadows', tercer largometraje de Mohammad Rasoulof, lo más emotivo fue estar en el pase de la película junto a éste y uno de sus actores protagonistas, ambos con el pañuelo verde que lucen quienes han participado en el movimiento que se ha producido en su país a raíz de las últimas elecciones. La película, cargada de símbolos y mensajes, la verdad, complicados de descifrar, cuenta la historia de un hombre que va por las islas recogiendo el dolor y las lágrimas de quienes sufren. Ese es su trabajo y ese el contenido del filme. Una película que se ve con respeto, aunque el final nos quedemos sin saber qué es lo que pretendía decirnos el director.