Hugo Chávez en la alfombra roja, la imagen de la 66 Mostra de Venecia

Samuel Maoz, director de "Lebanon"
Hugo Chávez en la alfombra roja, la imagen de la 66 Mostra de Venecia
EFE

La 66 edición del Festival internacional de cine de Venecia finalizó hoy con la entrega del León de Oro a "Lebanon" y con la constatación de una cierta recuperación en su nivel competitivo, pero la imagen que quedará en el recuerdo será la del paseo de Hugo Chávez por la alfombra roja.


En los doce días que ha durado el festival, han pasado por el Lido veneciano estrellas como George Clooney, Matt Damon, Tom Ford, Colin Firth, Julianne Moore, George Lucas, Silvester Stallone, Isabelle Huppert, Nicholas Cage, Eva Mendes, Michael Moore o Viggo Mortensen.


Se han proyectado cientos de películas y de ellas veinticinco en competición, de las que algunas han dado bastante que hablar, como ha sido el caso de "Lourdes", la historia de milagros en clave de humor de Jessica Hausner; la ganadora del León de Oro, por su crítica a la guerra, o "Women without men", una denuncia de la situación en Irán.


Pero, sin duda, y una vez olvidada la foto de George Clooney con su última novia, la italiana Elisabetta Canalis, la imagen que quedará de esta 66 edición del festival es la del presidente venezolano, Hugo Chávez, paseándose cual estrella hollywoodiense por la alfombra roja de Venecia.


El cine se quedó en un segundo plano el lunes 7 de septiembre cuando crecieron los rumores, que posteriormente se confirmaron, sobre la posible llegada de Chávez, en apoyo del documental "South of the Border", con el que el realizador estadounidense Oliver Stone ensalza su persona y su influencia en Sudamérica.


Chávez hizo un alto en su gira por países de Oriente Medio, el Magreb y Europa y encajó una fugaz escala en Venecia, entre Turkmenistán y Bielorrusia.


Tan populista como suele, el presidente venezolano se acercó a la gente, firmó autógrafos, se hizo fotos, dio consejos y lecciones de Filosofía, incluso a los niños, y se ganó la simpatía de todo el mundo en las pocas horas que pasó en el Lido.


Suficientes para convertirse en el protagonista de una edición en la que la primera foto oficial de Clooney y Canalis parecía estar destinada a ser la imagen de la Mostra.


Aunque otro tanto de protagonismo se llevó el realizador italiano Michele Placido, que se salió de todos los guiones para vociferar contra una periodista que le hizo una pregunta incómoda.


Anécdotas que acapararon la atención de todos en una edición en la que, en puros términos cinematográficos, se confirmó una recuperación respecto a la edición de 2008, que registró un bajón cualitativo señalado por prensa y público.


Una recuperación, sin embargo, que se ha dejado ver más claramente en la interesante selección de filmes fuera de concurso, con los últimos trabajos de Steven Soderbergh, Hana Makhmalbaf, Oliver Stone, Abel Ferrara o los españoles Jaume Balagueró y Paco Plaza, con su esperada "REC 2".


En la sección oficial, apuestas tan arriesgadas como comerciales, como la ópera prima del diseñador Tom Ford; clásicos como Giuseppe Tornatore, Werner Herzog o Jacques Rivette, o contemporáneos consagrados como Michael Moore, Fatih Akin o Todd Solondz.


Y sorpresas como las dos ganadoras: "Lebanon", del israelí Samuel Maoz, y "Women without men", de la iraní Shirin Neshat.


Todo ello en una edición en la que el cine español y latinoamericano se ha quedado en las secciones paralelas y que se ha caracterizado por los retrasos en las proyecciones, los andamios y las obras.


Porque la Mostra se está renovando y lo está haciendo a fondo. Con la construcción de un nuevo "Palacio del cine", que estará finalizado para 2011 y que tiene un presupuesto de 100 millones de euros.


El nuevo edificio está considerado la clave para la instauración de un mercado cinematográfico verdaderamente competitivo para que Venecia pueda situarse en esta área a la altura de Berlín, Cannes y Toronto.


Porque, aunque los grandes festivales de cine son el escaparate del glamour y de las estrellas, lo que buscan al final del día es vender películas, y cuantas más mejor.