CINE

Clooney defiende en la Mostra una comedia negra de la guerra de Iraq

El israelí Samuel Maoz continuó una jornada marcada por la temática bélica con 'Lebanon'

George Clooney presentó ayer en la Mostra de Venecia, fuera de concurso, 'The Men Who Stare at Goats', dirigida por Grant Heslov y que, bajo la apariencia de una comedia alocada, lanza una crítica a la guerra llena de cinismo e ironía.

 

Junto al coprotagonista, Ewan McGregor, y el director de la cinta, Clooney defendió un filme que en un principio no veían como una comedia pero que encontró en el tono humorístico la mejor forma de mostrar a unos personajes bastante surrealistas.

 

Fueron precisamente los personajes los que enamoraron a Clooney y Heslov, que pusieron en marcha el proyecto.

 

Un filme con el que el actor estadounidense Grant Heslov debuta como director de largometrajes tras realizar varios cortos y tras haber escrito, junto a Clooney, el guión de 'Buenas noches, y buena suerte', trabajo por el que estuvieron nominados al Óscar.

 

Y lo hace con una comedia negra con un fuerte contenido de crítica contra la guerra y contra la administración estadounidense de George W. Bush por su actuación en Iraq.

 

Una historia ambientada en Iraq después de Sadam Hussein y basada en un libro de Jon Ronson, que desveló los experimentos sobre cuestiones paranormales realizados en el Ejército estadounidense y que apuntó a esa corriente como la inspiración de las modernas técnicas de tortura utilizadas en Guantánamo y Abu Ghraib.

 

Difícil contar el argumento de una historia en la que se mezclan unos locos visionarios que crean una división del ejército centrada en los poderes psíquicos (cuyos miembros se autodenoniman Jedi); un periodista (McGregor) tan inocente como crédulo; unas cabras objeto de ensayos clínicos y unos ejércitos privados que tratan de controlar Iraq.

 

McGregor resaltó al respecto la dificultad de hacer comedia. "El truco es tratar de no interpretar comedia para nada, sino hacer algo real. Las situaciones de la película ya son divertidas y lo divertido de los personajes es precisamente que actúan de forma muy seria".

 

En la sección oficial, el israelí Samuel Maoz sorprendió con 'Lebanon', una realista e impresionante historia sobre la primera guerra del Líbano, basada en sus propios recuerdos como soldado, y que protagonizó ayer la competición de la Mostra.

 

Un profundo alegato antibelicista con el que Maoz ha tratado de acabar de una vez con los demonios que su participación en la guerra le crearon cuando apenas tenía 20 años, en 1982.

 

Han pasado 27 años, el tiempo que ha tardado el director en poder afrontar sus recuerdos a través del cine. "Necesitaba distancia para usar esos sentimientos, esos recuerdos, como director".

 

Una historia que se sitúa en Líbano pero que podría desarrollarse en cualquier guerra y en la que los protagonistas son un grupo de veinteañeros sin ninguna experiencia militar, aterrados por lo que están viviendo y preguntándose a cada segundo qué hacen allí.

"Una cosa así es imposible de entender", precisó Maoz.