LA XXII EDICIÓN

Fin de fiesta con zarzuela en Mora de Rubielos

El Festival Puerta al Mediterráneo concluye con una noche dedicada a este género, además de teatro de calle gratuito.

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Fin de fiesta con zarzuela en Mora de Rubielos
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La XXII edición del Festival Puerta al Mediterráneo se clausura hoy en la localidad turolense de Mora de Rubielos, en cuyo castillo (22.30, 15 euros) se desarrollará una gran 'Noche de Zarzuela', espectáculo producido por el Auditorio de Zaragoza, que pondrá en escena las romanzas y coros más célebres de este género. El Festival, sus emblemáticas 'olas' artísticas y su sempiterno duende cierra este año con un balance muy positivo en lo referente a crítica y público.

En la velada de zarzuela, con una importancia capital de la jota, estarán interpretados por un elenco de grandes artistas aragoneses, entre los que participarán la soprano María de Félix, la 'mezzo' Beatriz Gimeno, el tenor Santiago Sánchez Jericó, el barítono Luis Romero, el violinista Jordán Tejedor, el pianista Miguel Ángel Tapia, el Grupo Nobleza Baturra y el bailarín Miguel Ángel Berna.

En la primera parte del programa se hallan piezas del calibre de 'El barberillo de Lavapìés', 'La Gran Vía', 'Aragón', 'El guitarrico', 'Luisa Fernanda', 'La magallonera', 'Dos canciones españolas (con música de Antón García Abril) y 'Gigantes y cabezudos'. El espectáculo se remata con 'La chiulapona', 'Carmen', 'Jota aragonesa', 'El trust de los Tenorios', 'Los claveles', 'El divo', 'El dúo de la africana' y 'La Dolores'.

Hoy se celebra igualmente el último de los espectáculos gratuitos que el Festival ha programado en la en la calle con la representación de 'El circo de los miserables' (20.00) de la compañía andaluza Animasur Teatro, en la plaz.a de la Villa de Mora de Rubielos. Al fondo de la calle principal del pueblo, se vislumbra el cortejo fúnebre que da comienzo a este espectáculo. El argumento explica que el novio, que dejó plantada en el altar a la hija del patriarca, se halla escondido en la casa materna. Cuando es descubierto por los fieles rastreadores del cortejo comienza el disparatado y truculento enfrentamiento de familias. Todo desemboca en la plaza del pueblo, donde tiene lugar un rocambolesco final lleno de despropósitos y salidas de tono al más puro estilo del absurdo sureño.