CONCIERTO

"Ver a Madonna es como correr en San Fermín"

Ver a Madonna en directo es igualito que correr en San Fermín, te pega un subidón de adrenalina tan grande que no te lo puedes ni imaginar. Por eso queremos vivir el concierto desde primeras horas de la mañana". Miguel Ángel Eibar llegó ayer desde Bilbao con tres amigos y con las ideas bien claras: quería ser uno de los primeros fans en llegar al recinto ferial. Pero en su carrera se encontró un obstáculo importante: no había entradas para poder acceder a los autobuses que salían de la Torre del Agua con dirección a la Feria de Muestras.


Poco antes de las 11.00, un centenar de personas esperaba que se abrieran las taquillas que se habían habilitado en la zona del telecabina. El primer autobús salió a la hora prevista por la organización, las 12.00, pero a bordo solo iban media docena de entusiastas que habían adquirido las entradas con anterioridad. El resto tenían que esperar a que llegaran los 'tickets'.


"Esto es una vergüenza, además del lío de las entradas, ahora vienen con que se han perdido los billetes de los autobuses. Así, que además de tener que pagar casi el doble que otros por ver el concierto, porque compramos las entradas sin rebajas, no sabemos si podremos subir en autobús o tendremos que coger el coche", se quejaba Nieves Ramón, de Zaragoza.


Después de una hora y media de espera, bajo un sol de justicia y sin apenas sombra donde cobijarse, se abrieron las taquillas y unos doscientos seguidores de la diva italo-americana pudieron adquirir sus billetes, aunque algunos tuvieron que ingeniárselas para conseguir el dinero exacto porque los responsables de la venta "no disponían de cambio".


Alejandro y Óscar, dos amigos procedentes de Madrid y de Bilbao, respectivamente, fueron de los primeros en subir al segundo bus, que salió hacia la Feria con más de dos horas de retraso. "Somos unos incondicionales de Madonna, la seguimos desde sus inicios, cuando era una jovencita desconocida. Confíamos en que nos vuelva a sorprender. Estamos convencidos de que así será", sentenciaba Alejandro.


Algunos de los entusiastas admiradores que ayer estuvieron en el 'show' de Zaragoza repetían por segunda vez y alguno incluso por tercera. Lourdes Martínez llegó desde Alicante para ver un 'show' que ya había presenciado en París porque "ella es la reina, la número uno y yo vería su espectáculo repetido, una y otra vez. Además, esta vez veremos algo nuevo, el homenaje que rinde a Michael Jackson, su amigo", apostillaba.


Entre los repetidores también se encontraban Koldo, Daniel, Chema y Gustavo, que llegaron de Bilbao a primeras horas de la mañana, vestidos "para matar". Ellos también habían visto ya el espectáculo, en Sevilla, el pasado año, pero eso no fue inconveniente para que ayer estuvieran bien puntuales en las puertas de acceso al recinto. "Es la mejor, la más especial, la única", decían.


Todos estos adjetivos se repitieron hasta la saciedad entre los miles de seguidores que se enfrentaron a la espera y al calor zaragozano con abanicos, sombrillas, mucho tirante y pantalón corto. Es la estética 'madoniana', la que ayer se pudo ver en la pasarela de la Feria de Muestras, donde los brillos, las camisetas de marca, los tacones de vértigo y los 'leggins' ajustados se impusieron a los más de 35 grados de temperatura que se registraron durante la tarde. Una temperatura que fue en aumento a lo largo de la noche, sobre todo cuando a las 20.35 comenzaron a sonar los primeros acordes del DJ Paul Oakenfold.