AUSTRIA

Salzburgo inicia la 89 edición de su prestigioso festival de verano

Con el lema "El Juego de los Poderosos" comenzó la 89 edición del prestigioso Festival de Salzburgo, con un programa de 198 funciones de ópera, conciertos y teatro, y un ambiente menos ostentoso por la crisis económica.


Al acto de apertura oficial asistieron, entre otros invitados de honor, el presidente federal de Austria, Heinz Fischer, y su homólogo portugués, Antonio Cavaco Silva.


El presidente austríaco destacó en su intervención el lema del Festival y recordó a aquellos que no tienen poder alguno, es decir, "las víctimas de los poderosos", dijo.


En ese contexto, Fischer destacó a la orquesta "West-Eastern Divan", fundada por el director argentino-israelí Daniel Baremboim, en la que tocan jóvenes músicos israelíes y árabes.


"Ellos sufren bajo un conflicto que no quieren y que sin embargo ensombrece sus vidas. Espero que su música pueda hacer realidad, en contra de muchas resistencias, su deseo de un futuro compartido", dijo Fischer.


El "West-Eastern Divan" representará en Salzburgo "Fidelio", considerada "la ópera de la libertad", de Ludwig Van Beethoven.


Por otra parte, Fischer recordó que el próximo uno de septiembre se cumple el 70 aniversario del comienzo de la Segunda Guerra Mundial.


"Es nuestra obligación recordar esa tragedia", señaló Fischer y agregó que el proyecto de la Unión Europea "es una consecuencia importante y lógica" de ese conflicto.


El discurso inaugural del Festival de este año fue presentado por el conocido autor austro-alemán Daniel Kehlmann, cuya principal obra, "La medición del mundo", publicada en 2006, es la de más éxito en lengua alemana desde "El Perfume", de Patrick Süskind.


El joven escritor, de 34 años, hijo de un fallecido director de teatro, hizo una lectura crítica en clave humorística del teatro contemporáneo en lengua alemana.


El Festival, que termina el 30 de agosto próximo, se inaugura esta noche con la ópera "Theodora", de Georg Friedrich Händel.


Como ya es tradición, la Filarmónica de Viena será la orquesta que ejecute la mayor parte de los conciertos y óperas.


Otro invitado habitual es la Filarmónica de Berlín, además de lo más granado de la dirección de orquestas, como Baremboim, Nikolas Harnancourt, Sir Simon Rattle, Franz Welser-Möst, Ricardo Mutti, Valery Gergiev, Maris Jansons y Gustavo Dudamel.


El joven venezolano dirigirá por primera vez en Salzburgo la Filarmónica de Viena con el "Concierto para violín y orquesta op.35" de Chaikovski y "La consagración de la primavera" de Strawinsky.


El abanico de las obras que se van a interpretar en los conciertos es inmenso, de Bach a Boulez, de Schubert a Varese, de Bethoven a Shostakovich, naturalmente mucho Mozart y este año también mucho Joseph Hayden y Franz Liszt.


Por lo que se refiere al teatro, la única obra que se presenta sin falta todos los años en el Festival, y además siempre con un lleno absoluto en la plaza ante la Catedral de Salzburgo en sus 12 funciones, es el mítico "Jedermann", del autor austríaco Hugo von Hofmannsthal (1874-1929).


La crisis económica tampoco ha tenido ninguna deferencia con el más famoso y glamuroso de los Festivales de Verano en Europa, con una notable bajada de venta anticipada de entradas.


A un día del comienzo del Festival, todavía se encontraban entradas, si bien en las categorías más caras.


Además, las tradicionales recepciones y fiestas que suelen acompañar a los estrenos se han reducido este año en cantidad y también en fastuosidad.


No obstante, el Festival de Salzburgo sigue siendo un factor económico importante en la región. La Cámara de Comercio de Austria estima que los efectos económicos del Festival ascienden a 227 millones de euros este año.