DANZA

Berna recupera los 'Caprichos' de Goya que se vieron en la Expo y los trae al Principal

' El sueño de la razón produce monstruos' permanecerá en cartelera desde hoy y hasta el 5 de julio

Los bailarines transforman en monstruos para representar una obra inspirada en 'Los Caprichos', de Goya.
Berna recupera los 'Caprichos' de Goya que se vieron en la Expo y los trae al Principal
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Zaragoza. "Goya no solo fue un artista genial, sino que se convirtió en un visionario que hace 200 años plasmó en sus grabados el mismo dolor, miseria y sufrimiento que hoy vemos en la sociedad actual. Es un mensaje que perdura a través del tiempo y que nosotros hemos querido traer al Principal para que la gente se dé cuenta de que, dos siglos después, no hemos cambiado nada". Así explicaba ayer el bailarín Miguel Ángel Berna el porqué de su espectáculo 'El sueño de la razón produce monstruos', que se estrenó el año pasado en la Expo y que ahora vuelve al Teatro Principal, donde permanecerá en escena desde hoy y hasta el 5 de julio.

 

Rendido admirador del genio de Fuendetodos, Berna tenía claro desde hace tiempo que quería llevar a escena la figura "del artista más grande que ha dado Aragón". Después de debatir durante un tiempo sobre el tipo de espectáculo que quería hacer, Berna y el director artístico Luis Olmos apostaron por ofrecer un retrato diferente de la visión que existe del pintor de Fuendetodos y para conseguirlo utilizaron la temática de uno de sus cuadros.

 

"Huimos de la imagen más conocida de Goya y entre todos sus cuadros elegimos uno de la serie 'Los Caprichos', porque es en estos trabajos donde se ve el Goya auténtico, su pensamiento y su manera ver la vida", añade.

 

El grabado elegido es el número 43 de la serie 'Los Caprichos', un aguafuerte en el que un joven cae rendido sobre su mesa de trabajo, mientras le rodean unos seres de otro mundo, que simbolizan sus propios monstruos y fantasmas.

 

Sobre el escenario, doce bailarines acompañan a Berna en su viaje hacia el mundo de los sueños. Entre ellos se encuentra Chevi Muraday, Premio Nacional de Danza 2006, que actuará todos los días excepto el sábado 27 de junio; y la solista Lucía Padilla.

 

Un trayecto de una hora y diez minutos, aproximadamente, con el que el bailarín y coreógrafo aragonés pretende "despertar la conciencia de la sociedad, que no está acostumbrada a ver la realidad que tiene delante, y que cuando ve noticias duras en la televisión o en los periódicos cree que son historias que no van con ellos", señala.

 

A lo largo de este sueño los bailarines, caricaturizados de monstruos y espectros malignos, dan a conocer otra visión de Goya. "El grabado inicial, al centrarse en un episodio onírico, permite que la criatura que duerme viva otras historias y en sus pesadillas recorra grabados y pinturas de la época negra de Goya", afirma Berna.

Un sueño irreal

Para recrear la atmósfera del sueño, se ha utilizado un vestuario y unas máscaras muy especiales y se han empleado castañuelas de hierro para transmitir una sensación de irrealidad.

 

"El sonido es un poco estridente, pero ese era nuestro objetivo, que el público se dé cuenta de que lo que está viendo es un sueño donde el personaje principal lucha contra sus propios miedos y contra la perfección que impera en la sociedad", indica.

 

La compañía residente de Zaragoza ya ha representado esta obra en otros lugares, como Huesca, Sabiñánigo o Pamplona y en septiembre actuarán, durante cinco días, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.

"Es la misma representación que se vio en la Expo, pero como este acontecimiento no tuvo el empuje nacional e internacional que se merecía, tenemos que volver a partir de cero, y recuperar esta obra para que la gente la conozca", señala.

 

Si tuviera que quedarse con un acto de la representación, Berna elegiría el momento en el que el joven sale del sueño. "Es en ese instante cuando se despierta de verdad y el personaje se da cuenta de que tiene que tomar conciencia de la realidad. Es un despertar al mundo que le rodea".