A LOS 88 AÑOS

Uruguay despide a Mario Benedetti

Poeta, narrador, dramaturgo y ensayista, Benedetti falleció en su casa de Montevideo, tras ser dado de alta el pasado 6 de mayo del hospital, donde fue ingresado debido a una enfermedad intestinal crónica.

Uruguay despide a Mario Benedetti
Uruguay despide a Mario Benedetti
IVÁN FRANCO/EFE

El cuerpo amortajado de Mario Benedetti yacía este lunes en el Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, donde quedó instalada la capilla ardiente para despedir al laureado escritor uruguayo, que será enterrado este martes en el Cementerio Central. "Una persona así nunca muere, se siembra", dijo el presidente Tabaré Vázquez a los periodistas, tras honrar los restos del escritor, que murió el pasado domingo a los 88 años debido a una dolencia intestinal crónica. El gobierno uruguayo decretó duelo nacional y las banderas ondearon a media asta.


Vázquez llegó al velatorio junto al vicepresidente Rodolfo Nin Novoa, saludó a los familiares y permaneció quince minutos parado frente al féretro. Representantes del gobierno, la política, el arte, la música y la literatura, así como numerosos ciudadanos se acercaron hasta la capilla ardiente para rendir tributo al más prolífico de los autores uruguayos.


Las puertas del Palacio Legislativo se abrieron a las nueve de la mañana. La guardia de honor del batallón Florida del Cuerpo de Blandengues flanqueaba la escalinata de la sede del Congreso. Una alfombra roja llegaba hasta el féretro, abierto y rodeado de antorchas de bronce. Las coronas de flores fueron poblando los costados de la alfombra roja e inundando el Salón de los Pasos Perdidos con su aroma, dando cierta densidad al ambiente de tristeza y congoja, amortiguada por silenciosos murmullos.


Acompañaron al féretro varios familiares, además de su secretario Ariel Silva y el cantautor Daniel Viglietti, entrañable amigo de Benedetti, quien ha musicalizado sus poemas y realizado espectáculos recitando sus propios versos. Viglietti resaltó la "calidad humana" y el compromiso de un escritor que siempre luchó por una sociedad más justa e igualitaria". "El corazón de muchos llora, déjenme decirles que el mío también. Pierdo a un maestro, a un ejemplo, a un entrañable compañero del camino, también en lo artístico", dijo Viglietti. El autor uruguayo Eduardo Galeano dijo que su amigo Mario Benedetti "creía en otro mundo posible, además era un caso raro de escritor generoso que celebra el éxito de los demás".


Prolífico

Integrante de la denominada 'Generación del 45', Benedetti editó en setiembre pasado 'Testigo de uno mismo', escrito en verso. Antes de su fallecimiento trabajaba en un nuevo libro de poesía bajo el nombre de 'Biografía para encontrarme'. Su novela 'La tregua' (1960) fue llevada al cine -y nominada al Oscar en 1975 como Mejor Película Extranjera-, mientras sus poemas han sido musicalizados no solo por Viglietti sino por el catalán Joan Manuel Serrat, quien dijo sentir "pena por la muerte del amigo y la separación definitiva que esto significa, y liberación porque en este caso la muerte se presenta como liberadora".


Nacido el 14 de setiembre de 1920 en Paso de los Toros (al norte de Montevideo), Benedetti fue autor de decenas de libros de poemas, prosa, cuentos, novelas y ensayos, así como de obras de teatro. Fue acreedor de numerosos premios, entre los que destacan el Premio Internacional Menéndez Pelayo en 2005, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1999 y el Premio Iberoamericano José Martí en 2001. Exiliado durante la dictadura uruguaya (1973-1985), residió en Argentina, Perú, Cuba y España. Regresó a Uruguay con la restauración democrática y residió alternativamente en Madrid y Montevideo hasta la muerte en 2006 de su esposa, Luz López Alegre, con quien se casó en 1946.

Cuba


Escritores, instituciones culturales y admiradores en Cuba también lloraron la muerte del poeta, quien vivió en la isla exiliado y a quien recuerdan como un amigo de la revolución cubana.


"Acaba de morir el entrañable Mario Benedetti. La noticia nos deja consternados", destacó un comunicado de prensa de Casa de las Américas, a la que el escritor estuvo estrechamente vinculado. "No fue sólo un gran escritor y un amigo solidario; fue un infatigable trabajador de esta casa", añadió la prestigiosa institución cultural. "Sus convicciones lo arrojaron al exilio -buena parte del cual transcurrió en La Habana- y a defender sus ideas, que eran también las nuestras." Por su apoyo a Cuba fue acosado, pero él siempre consideró la revolución cubana como algo propio.


Casa de las Américas destacó que "sus decenas de libros integran una de las obras más leídas de la literatura latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX".