LITERATURA

Eric Frattini: "Quizás Judas no fue tan malo como nos lo han pintado"

Nuevo libro de este experto en espionaje, que cree que Bin Laden está ya muerto.

El escritor y periodista Eric Frattini
Eric Frattini: "Quizás Judas no fue tan malo como nos lo han pintado"
OLIVER DUCH

Pocas veces se tiene la oportunidad de conversar con un experto en asuntos tan opacos y oscuros como terrorismo islamista, servicios secretos, mafias y crimen organizado. Siempre te imaginas este tipo de encuentros en una calle o en un aparcamiento en penumbra. Pero Eric Frattini no responde a este tópico. Por el contrario, va a cara descubierta y escribe ensayos y novelas en las que pone sobre el tapete muchos de los escabrosos tejemanejes que se llevan entre manos en la CIA, en el Mossad o incluso en la trastienda del Vaticano. Está tan al corriente de estos temas que ha sido llamado para formar parte del comité encargado de redactar el 'Libro blanco' de lo que será el Servicio de Inteligencia Europeo (IES, en sus siglas en inglés).


Autor de más de veinte ensayos, ahora está promocionando la que es su segunda novela, 'El laberinto de agua', un 'thriller' en el que reflexiona sobre los cimientos del Cristianismo y el poder del Vaticano. Porque Frattini, nacido en Lima hace 45 años, mantiene que la mejor red de información dependiente de un estado es la de la Santa Sede, sobre todo porque tiene más de 2.000 años de antigüedad. En su opinión, los servicios secretos más efectivos son los israelíes.


Una pregunta inevitable es la de por qué no hay manera de coger a Bin Laden. "Yo creo que Bin Laden está muerto, debieron matarlo durante los combates en el este de Afganistán y en Pakistán, hace ya bastante tiempo. Lo único que se sabe a ciencia cierta es que en una de aquellas cuevas se encontró todo el equipo de diálisis que Laden necesitaba para vivir", afirma tajante este escritor y periodista. "¿Alguien puede creer que un enfermo de estas características puede estar escondido tanto tiempo sin recibir la asistencia necesaria en las condiciones sanitarias e higiénicas adecuadas? Lo que ocurre es que a los norteamericanos no les conviene enseñar su cadáver para continuar custodiando los gasoductos de Afganistán y a los islamistas les va muy bien alimentar la leyenda para seguir reclutando terroristas dispuestos a inmolarse", añade. Para sustentar esta teoría, se refiere al hecho cierto de que hace varios años que no se han visto imágenes del que, por ahora, sigue siendo el terrorista más buscado del mundo.


Tras los pasos de Judas


Por lo que respecta a su libro 'El laberinto de agua', Eric Frattini señala que lo que pretende con esta obra es que los lectores se lo pasen bien y que, de paso, se hagan algunas reflexiones sobre ciertos dogmas que se mantienen inamovibles en la Iglesia, a pesar de que "existen datos fehacientes que demuestran lo contrario". Por ejemplo, se refiere al caso de Judas Iscariote, de quien dice que "quizás no fue tan malo como nos lo han pintado siempre, un malvado traidor sin posibilidad de redimirse, cuando la doctrina cristiana basa en el perdón buena parte de su mensaje de amor".


Este autor apunta que Judas actuó como delator por indicación de Jesús para que pudiese desarrollarse su pasión y muerte, tal como se pone de manifiesto en los textos que dejó escritos Judas. "El evangelio de Judas, que está traducido al español, es el que más se acerca a la faceta de hombre de Jesucristo, quien consideraba a este discípulo como su apóstol más querido", asegura.


Lo que ocurre, argumenta, es que este texto fue incluido en el libro contra has herejías de Ireneo de Lyon en el año 180, por lo que fue proscrito y alejado de la doctrina oficial de la Iglesia, "cuyo inmovilismo es la mejor garantía para permanecer en el tiempo", afirma. Uno de los puntos de partida de la novela es precisamente una supuesta carta escrita por un discípulo de Judas. Está protagonizada por una arqueóloga que tendrá que vérselas con el cardenal Lienart, un maléfico personaje. El autor afirma que la mayoría de los hechos son reales.