ARTE

La escultura 'El Alma del Ebro' de la Expo tiene familia numerosa

Las imágenes de obras muy similares a 'El alma del Ebro', de Jaume Plensa, abundan estos días en Internet. El escultor niega que se repita y argumenta que cada una de sus obras es única

'El alma del Ebro'.
La escultura 'El Alma del Ebro' de la Expo tiene familia numerosa
JOSÉ CARLOS LEÓN

"Alma del Ebro' solo hay una y no existe otra pieza igual en el mundo y si alguien piensa lo contrario es que no entiende mi arte ni comprende lo que yo quiero expresar con mis esculturas". Así de tajante se mostró ayer Jaume Plensa al hablar de la polémica suscitada en Internet sobre las reproducciones más o menos similares de esta obra que permanece en la plaza Lucas Miret Rodríguez, frente al Palacio de Congresos del recinto de la Expo.

 

No obstante, al mirar las imágenes que ilustran esta página, parece claro que la creación zaragozana tiene almas gemelas, para decepción de los miles de visitantes que recorrieron este verano el recinto de Ranillas y que utilizaron esta escultura como marco fotográfico, pensando, quizá, que estaban ante una pieza única y original.

 

El arte moderno tiene estas cosas y son numerosos los artistas que juegan con una misma idea una y otra vez hasta encontrar la pieza perfecta, o la que ellos consideran que es perfecta en esos momentos.

El propio autor, visiblemente molesto por lo que él considera "un crítica destructiva" de su proceso creativo tiene una explicación para el hecho de que al 'Alma del Ebro' le hayan salido almas gemelas.

 

"Desde hace tiempo estoy obsesionado con el alma y esta imagen es una de mis señas de identidad. Por eso considero insultante que la gente crea que esto es una copia o una réplica, porque no lo es ni mucho menos. Pienso que quienes opinan así no entienden de arte y deberían formarse más culturalmente para opinar", apunta.

 

Su obsesión por esta imagen, que los expertos definen como "el hombre en cuclillas" viene de lejos y ha continuado en el tiempo, con propuestas de "la misma familia" ubicadas en diferentes lugares del mundo como Praga, París, Tel Aviv, o Iowa. Son figuras de hombres altos o bajos; con piernas o sin ellas; sentados en un pedestal o suspendidos en el techo. Hay incluso un alma viajera, que bajo el nombre de 'Nomade' lleva un tiempo recorriendo el mundo, en un periplo que le ha permitido visitar lugares como un parque de Michigan o Antibes, en la Costa Azul.

 

Una de sus últimas propuestas es 'La casa del conocimiento', una escultura que representa una sopa de letras metálicas que conforma la figura de un hombre en cuclillas y que permanecerá hasta junio frente a la entrada del Gran Hyatt Moscow, en la capital moscovita. ¿Les suena?

"La palabra 'alma' aparece en mi obra en mas de 4.000 ocasiones, y así se puede ver en Internet o en mis múltiples catálogos. Yo nunca he ocultado mis creaciones y cuando en la Expo apostaron por esta obra lo sabían", concluye Plensa.

Una pieza millonaria

Francisco Pellicer, responsable de las intervenciones artísticas de la Expo corrobora la afirmación de escultor catalán y recuerda que un jurado compuesto por once expertos en el mundo del arte aprobó la adquisición y construcción de esta escultura por un precio final de 1.160.000 euros.

 

Entre los especialistas que eligieron la obra del escultor catalán se encontraban Vicente Todoli, director de la Tate Modern de Londres, una de las galerías de arte moderno más importantes del mundo; Lorette Coen, directora de Jardín Urbano de Laussane, o María del Corral, ex directora del Centro de Arte Reina Sofía. Todos apostaron por Plensa a la hora de elegir los creadores que participarían en el Plan de intervenciones artísticas, donde Pellicer recuerda que se eligió una representación de figuras consolidadas como Mikel Navarro y otras "estelares" como Plensa.

 

"Nosotros sabíamos perfectamente la existencia de otras esculturas similares realizadas por Plensa, pero la obra que se pudo ver en la Expo no es un copia sino el resultado de un proceso artístico en el que el artista va investigando y al final llega al culmen, que en este caso es nuestra 'Alma del Ebro', una creación que podríamos definir como el alma de todas las almas, una pieza que ha alcanzado el grado de obra maestra, después de muchos ensayos y pruebas con diferentes materiales, dimensiones o tamaños", añade Pellicer.

 

En el caso de la escultura zaragozana se trata de la obra más grande de esta serie, con 12 metros de alto y 7,5 metros de ancho, lacada en blanco y con letras de acero inoxidable. Por su tamaño y características es muy similar a la escultura "Nomade", el alma viajera de Plensa.