TEATRO

Pablo Carbonell: "Con lo políticamente correcto y todo eso, vamos al amordazamiento social"

El gaditano estará desde hoy y hasta el domingo en el Principal con 'La curva de la felicidad'

Pablo Carbonell, en plena crisis de los 40.
Pablo Carbonell: "Con lo políticamente correcto y todo eso, vamos al amordazamiento social"
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¿Es cierto que los hombres sufren una crisis a los 40?

Sí, aunque yo creo que actualmente los hombres están en crisis desde los 18. Las tías sacan mejores notas y manejan el mundo. La crisis de los 40 se ha adelantado.

 

¿A qué se debe esa crisis?

Al 'peterpanismo'. A los 40, el hombre es engañado por el espejo y cree que puede ligar con chicas de 20. Pero ahora son las mujeres de 40 las que ligan con chicos de 20. Los hombres, nada. Piensan que se han metido en una vorágine que no va con ellos, se preguntan: ¿por qué no he sido pirata en vez de funcionario? Se dicen: si yo no quería estar casado y que me aguantasen, yo lo que quería es aventura. Y la leche que se pegan desempolvando su traje de adolescente es de órdago.

 

A los 40, ¿el principal problema son las mujeres, o quedarse "calvo y gordo", como le recriminan a su personaje en la obra?

El principal problema a los 40 es quedarse calvo. Da igual que tengas cirrosis, que pierdas una pierna? Lo peor es quedarse calvo. Los psiquiátricos están llenos de calvos, y es que es un trauma muy grande perder el tupé. Incluso tener coronilla. Es humillante, como ir enseñando el culo.

 

Entonces, ¿las mujeres no son un problema?

No, hay mucha oferta. Tras el florecimiento de la libertad sexual del hombre, con lo que ha subido la homosexualidad en el escalafón, hay mucha mujer desatendida. Algunas viven en un continuo acoso para conservar su hombre al lado, porque no os respetáis las unas a las otras. Yo llevo mi anillo de casado y no sabes qué morbo da.

 

Hombre, supongo que ser tan popular también ayuda?

Sí. Pero, si te soy sincero, no. Porque a mí, como buen cazador, no me gusta que lo pongan fácil. Por eso solo ligo con suecas, porque allí no me conocen.

 

En el teatro tampoco lo habíamos visto por aquí, hasta ahora.

Sí, es la primera obra de sofá que hago. Con Pedro Reyes había actuado hace años, y también con mis canciones, pero como obra, esta es al primera. Con el teatro aprendes un montón, es la libertad del actor, porque cuando estás delante del espectador, solo tú sabes por dónde tienes que tirar. Es maravilloso, la obra es fabulosa, me encanta hacer teatro. Tiene que ver con el rock'n'roll.

 

¿Cómo es eso?

Los nervios antes de salir son los mismos, duermes fuera de casa, viajas en furgoneta? El teatro es el rock'n'roll de los maduros.

 

Ha mencionado antes a Pedro Reyes. Hace tiempo que no trabajan juntos, aunque sí mantiene el contacto profesional con otros artistas, como el Gran Wyoming, en 'El intermedio'?

Pedro y yo estamos ahora preparando la presentación del festival de cine de Cáceres y, si dirijo otra película, probablemente lo vuelva a llamar. Y con Wyoming, en realidad, no trabajo, yo trabajaba en el programa cuando él no estaba.

 

¿Le fastidiaba ir de sustituto?

Mucho. La primera vez lo hice porque él tenía que irse de vacaciones con los hijos. Es un buen padre. Le hicimos las sustituciones Corbacho, Santiago Segura y yo. A la productora le gusté y me pidieron que lo hiciera cada viernes. Una vez hace gracia, pero establecerse como sustituto, no. Y como no he conseguido la audiencia que se pretendía, van a poner a otro. Lo siento por el esfuerzo de los compañeros. La gente cree que cualquier trabajo en televisión es la lotería. Y no: te cuesta esfuerzo, el estómago, la cabeza y puede costarte hasta la felicidad. Ahora hago de cirujano en 'Hospital Central' y me encanta. Me fui a ver operaciones de verdad, para saber si era capaz de aguantar ver cómo se raja a una persona, el olor a carne quemada del bisturí eléctrico? Y lo soporté en primera línea. El cuerpo humano es un espectáculo fascinante.

 

Se hace raro verlo como cirujano, pero más raro era lo que hacía en 'La bola de cristal'. Ya no hay programas infantiles así, ¿estamos atontando a los niños?

Hacíamos un programa incitando a la lectura. Ahora no hay programas así para niños. Si pensasen en hacer uno, no se dirigiría a los niños, sino a enseñar a los padres qué han de consumir los niños. Hicimos 'La bola de cristal' con una libertad de expresión que ahora no se permite. Entre lo políticamente correcto y todo eso, esas tonterías, vamos al amordazamiento social. Chistes que invitaban a la reflexión ahora incitan a la irritación, porque la gente tiene un cabreo de mona. Vivimos en una hipocresía social. Pobres niños. Tengo una hija de 18 años y otra de cuatro meses. De los bebés se aprende mucho. Para la mayor, intento ser un buen referente.

 

Puestos a hablar de familia, ¿quién tuvo una vocación artística más temprana, su prima Aitana Sánchez Gijón o usted?

Ella, hizo teatro muy pequeñita. Yo empecé con 16 años, pero ella, siendo más joven que yo -aunque no se nota-, ya hacía cositas entonces semiprofesionalmente.