FOTOGRAFÍA

De fiesta en fiesta con una cámara desde 1938

Un libro recorre las celebraciones del Alto Aragón desde la posguerra a los 70 de la mano del fotógrafo ambulante Santiago Fumaz. La obra, escrita por Estela Puyuelo y José Luis Pano, se presenta hoy en Fonz

"Yo he estado en la provincia toda; todos los pueblos. El día que era la fiesta ya estaba allí. Y fuera de la provincia pues… en Zaragoza también, Lérida también, pero más en la de Huesca. En el año 38, en plena guerra, empecé, con aquellas máquinas del minuto. ¿Sabes cómo son las máquinas del minuto?...". Son palabras de Santiago Fumaz Cazcarra, de 96 años, un entrañable personaje conocido en el Cinca Medio y otras comarcas como el retratista de Fonz, y que aparecen en el libro que sobre su trabajo fotográfico por la mayoría de los pueblos Alto Aragón durante cerca de cuarenta años han escrito la investigadora Estela Puyuelo y el periodista José Luis Pano.


El libro 'La vida en un minuto. Biografía de Santiago Fumaz Cazcarra, el retratista de Fonz', editado por el CEHIMO (Centro de Estudios de Monzón y Cinca Medio) como resultado de la beca de investigación, se presenta esta tarde a las 19.00 en el Ayuntamiento de Fonz.


La obra recopila en cerca de 300 páginas la biografía de Fumaz y supone la historia visual de los eventos sociales y festivos del medio rural altoaragonés desde la dura etapa de la posguerra hasta finales de los 70, recogida en una selección de 360 fotografías.


Santiago Fumaz Cazcarra ha donado a la Fototeca de la DPH cerca de 30.000 negativos para su digitalización, que constituyen uno de los más completos legados para estudiar cómo era la sociedad de la época. Entre sus fotografías prevalecen escenas de fiestas como los mozos y mozas, danzantes, orquestas, bailes, feriantes,…; celebraciones religiosas como romerías, bodas, comuniones, procesiones, el Corpus Christi; eventos sociales y lúdicos; deportivos; corridas de toros; soldados y milicianos; una gran cantidad de retratos, donde quizá se puede encontrar algún familiar. Sus fotografías y el relato en primera persona de Fumaz constituyen "la pequeña historia, la historia doméstica y cotidiana de buena parte de los pueblos del Alto Aragón", explican sus autores.


En la obra se cuenta el itinerario que realizaba, sus anécdotas por los pueblos, la descripción de los paisajes fundamentalmente humanos....


Santiago Fumaz trabajó como albañil, pero, tras caerse de un andamio a los 16 años, quedó cojo y tuvo que buscar un nuevo oficio. En Lérida descubrió a una mujer que realizaba retratos "en un minuto". Fumaz, sin saber nada de fotografía, intuyó que se trataba de un buen negocio y adquirió la máquina por 1.000 pesetas, que todavía conserva. Con ella y con otras cámaras más modernas llegó a realizar millares de fotografías, algunas todavía se pueden ver en la exposición en su casa de Fonz.