María Pilar Queralt: "Agustina de Aragón era una mujer apasionada y desesperada"

La historiadora acaba de publicar una biografía de la heroína de los Sitios, que acompaña con documentos de la época

Agustina Saragossa (apellido "premonitorio", según la historiadora María Pilar Queralt) ha pasado a la historia como Agustina de Aragón, tras haber disparado un cañón contra el ejército francés. Eso lo sabe todo el mundo, pero Queralt se lamenta de que "parece que la historia de Agustina acaba ahí", dado el desconocimiento que ha habido acerca de la vida del personaje. Para paliarlo, la historiadora inició una investigación que la llevó durante dos años "por archivos, bibliotecas y hasta cementerios" y cuyo fruto ha publicado en el libro ‘Agustina de Aragón. La mujer y el mito’.


Queralt presentó ayer en Zaragoza este volumen, con el que aspira a reconstruir la biografía de la heroína, pero también a humanizar un arquetipo que, según recuerda, se ha usado con fines políticos. Así, en un principio, "Fernando VII, como ella se le muestra fiel partidaria, la utiliza porque le viene bien tener a una mujer del pueblo de su parte contra los liberales". Y en épocas más recientes, la figura de la valerosa mujer fue utilizada "como ejemplo de mujer emancipada" durante la República y después, durante el franquismo, "como una persona capaz de darlo todo por la patria y por su marido", detalló Queralt.


"Lo que me molesta es que se haya ocultado a la mujer detrás del mito", dice Queralt, que ve a Agustina como una persona "independiente, que le coge gusto a lo de ser autosuficiente, apasionada y también desesperada. Vio los horrores de una guerra, fue prisionera, pasó hambre, vio morir a su hijo de cuatro años, se vio desprotegida... y salió adelante. También estaba decidida a encontrar un lugar en la historia. Yo diría que le hubiera gustado sentirse mitificada", explica la historiadora.


En su libro, deshace definitivamente "errores" recurrentes como el lugar de nacimiento de la heroína -"su partida de bautismo deja claro que nació en Barcelona"- o lo de si estuvo o no con su esposo durante la guerra: "Su marido, según su hoja de servicios, no se movió del frente catalán", afirma, a la vez que niega la existencia de Luis de Talarbe, el supuesto romance que le atribuye Carlota Cobo en su novela ‘La ilustre heroína de Zaragoza’.


Al igual que Ángeles de Irisarri en su novela ‘La artillera’ -que Queralt calificó de "excelente"-, la historiadora sigue hasta su muerte en Ceuta los pasos de Agustina Saragossa. Y aporta al final del libro la transcripción de varios documentos de su época, alguno escrito por la propia protagonista