FOLCLORE

"El arte de Jesús Gracia es un manantial del que beberán los joteros durante años"

Aragón es tierra de paradojas. Y no es pequeña la que se acaba de vivir en el mundo de la jota. Jesús Gracia Tenas (Lécera, 1922-Zaragoza, 2005) es uno de los grandes cantadores de jota del siglo XX. Quizá, y con el debido respeto a todos los que han consagrado su vida y su arte al folclore aragonés, el mejor cantador de la historia junto a José Oto. Pese a ello, no existía de él ninguna grabación comercial en formato digital: para escucharle, había que acudir a rastros y ferias de coleccionistas en busca de viejos vinilos con su voz grabada; piezas, además, muy codiciadas. Ahora acaba de ver la luz el cedé 'Jesús Gracia, campeón de campeones', que recoge una treintena de tonadas y que viene a paliar esa enorme carencia cultural. Por sorprendente que parezca, y aquí viene lo paradójico, la iniciativa no ha partido de ninguna institución pública ni privada. Ha sido la propia familia de Jesús Gracia la que ha negociado con la discográfica que poseía los derechos, Sony BMG, y luego ha costeado de su propio bolsillo la edición del cedé.


El disco fue presentado ayer en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés, en un acto que acabó emocionando a todos los asistentes, en especial cuando Conchita Carrillo evocó la participación de Jesús Gracia en el homenaje póstumo a José Oto. Tomaron la palabra, además, Evaristo Solsona, especialista en jota; Nacho del Río, cantador y discípulo del maestro; y Piedad Gracia, su hija.


El disco es el primero de una trilogía que aspira a devolver al primer plano de la actualidad el arte de Jesús Gracia. "Este cedé era la última ilusión que mi padre tuvo en vida -aseguraba ayer Piedad Gracia-. Hace ya diez años él empezó a dar pasos para intentarlo, pero la discográfica que ha heredado los derechos de todo lo que cantó le exigía disponer del respaldo de alguna institución. Él lo intentó, pero las conversaciones no fructificaron. Cuando falleció, nuestro primer propósito fue conseguir lo que él no pudo. Y al final lo hemos logrado".


Una selección rigurosa



La selección de esta primera entrega ha corrido a cargo de Evaristo Solsona y Nacho del Río. "Todo lo que grabó Jesús Gracia tiene una calidad altísima -señalaba ayer Del Río-. Pero había que hacer una selección para esta primera entrega y nos decantamos por hacerla siguiendo tres argumentos. Por un lado, ofrecer algunas de las jotas que a él más le gustaba cantar; por otro, introducir también las que fueron más características de su carrera; y, por último, seleccionar algunas, muy conocidas, pero a las que imprimió su sello personal".


Porque, si en algo destacó Jesús Gracia como cantador, aparte de sus impresionantes dotes naturales, fue en su estilo personal. Evaristo Solsona recorrió ayer con erudición toda su trayectoria, desde que viniera al mundo en Lécera, en una familia de labradores. Habló de sus vivencias en la guerra civil, que le cogió en zona republicana, de cómo al acabar la contienda abandonó la jota porque se le había vuelto opaca la voz, y cómo, de la mano de Mariano Cebollero, regresó. De cómo conoció a la que sería su mujer, la cantadora Piedad Gil, en una estación ferroviaria, y de cómo se quisieron inventar una rivalidad que nunca llegó a existir con José Oto.


"No fueron rivales, sino que se respetaron mucho a lo largo de toda su vida -subrayó Solsona-. Sí que hubo un momento en que muchos aficionados decían que Oto era el mejor, y otros pensaban que lo era Jesús Gracia, pero ellos se respetaron mucho. De hecho, es bien conocido que Oto, en su lecho de muerte, le dijo: '¡Ahí te queda eso!".


Solsona glosó los numerosos premios que consiguió Jesús Gracia, sus giras por España y el extranjero, y jalonó su intervención con algunas jugosas anécdotas, como la de la familia cubana que se construyó una casa en la isla, y que invitó a José Iranzo a colocar la primera piedra. Meses después, la 'inauguró' Jesús Gracia.


"Cogió una guitarra y cantó algo como 'José Iranzo te inicia/Jesús Gracia te termina/esperando que esta casa/sea bendita Virgen divina". Según destacó Solsona, "era un hombre culto, hogareño, fino observador de lo que le rodeaba, con un sentido del humor increíble. En realidad, era un hombre tierno, muy tierno. Como cantador, no solo es el que más jotas ha grabado, sino que tiene una obra plena de rigor, disciplina y estudio. Fue un señor de la jota, en el más amplio sentido de la expresión, y su discografía es hoy un auténtico manantial del que beberán varias generaciones de joteros". Para Nacho Del Río, su discípulo, "hablar de Jesús Gracia es hablar de un gran ser humano. Como maestro, nos enseñó a vivir la jota como él la había vivido".