MÚSICA

"Apuntaremos todo lo alto que nos sea posible a la hora de invitar a directores"

PREGUNTA.- El saxo fue instrumento de moda en el pop de los 80, y es básico en el jazz... ¿y en el ámbito clásico?


RESPUESTA.- Tiene mucha aceptación, y es verdad que es muy popular. La clásica es la faceta más desconocida, pero desata pasiones. No hay más que ver las solicitudes de ingreso a conservatorios o escuelas. Como instrumento joven, del siglo XIX, adolece de especialistas y literatura, pero avanzamos rápido.


P.- ¿Qué sensaciones tiene acerca de su labor coordinadora en esta Banda Sinfónica de la IAJ?


R.- Se trata de un proyecto ilusionante. Llevo muchos años trabajando con gente joven en Aragón, los seis últimos con el Encuentro de Albarracín, además de mi tarea en el Conservatorio. Del Encuentro sale la idea de la banda, un trabajo de base formativa que se centra en música de viento, y que recoge muchas emociones vividas en los veranos de Albarracín, muchas ideas que se hacen realidad.


P.- ¿Es el sueño de un profesor?


R.- Refuerza mi trabajo, tanto como intérprete como en el apartado docente. Está pensado para reforzar el aprendizaje de muchos de mis alumnos. No se trabaja como en un conservatorio, donde el desarrollo musical está enfocado directamente a ser profesional. Lo bueno de este proyecto es que sin perjuicio de una búsqueda de calidad, da un nuevo enfoque al hecho de formarse como músico.


P.- ¿Hace mucho que se planteaba la formación de una Banda Sinfónica para dar continuidad al espíritu del Encuentro y a sus ambiciones formativas?


R.- Son seis años... la aceptación fue fantástica desde el inicio, hasta el punto de que cada año tenemos muchos problemas a la hora de cerrar el cupo. Pero allí se compagina la enseñanza musical con lo lúdico: los chavales están de vacaciones. Algunos de los asistentes adquirieron ya un nivel que, acompañado de su edad, demandaba otros retos. El Encuentro se les quedaba pequeño. Por eso pensamos en este segundo paso, que tiene cimientos sólidos.


P.- ¿Le siguen en esta nueva aventura César Peris y Javier Murillo, sus compañeros docentes en el Encuentro y en el Conservatorio?


R.- Seguimos trabajando juntos, pero ahora el equipo es de cuatro. Tenemos a Mateo Giovanni, el director, una persona que caló en Albarracín por su forma de trabajar, su actitud. La banda, desde luego, tiene en mente invitar directores y ahí apuntaremos todo lo alto que nos sea posible, buscamos profesionales de mucho prestigio internacional.


P.- Cada año graban un cedé tras el Encuentro, y lo presentan en la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza... toda una experiencia para los chicos, especialmente los más pequeños, ¿no?


R.- Algunos de nuestros chavales nunca han estado en el conservatorio, vienen de una escuela de música o de la banda de su pueblo, pero aquí se les dispensa el mismo trato que a los demás, y cuentan con material y método de la máxima exigencia. El cedé es una memoria musical de cada Encuentro y un recuerdo para los chicos. Vamos haciendo la presentación cada año en la sala Mozart, este año será el 21 de diciembre. Para un chavalito, tocar ahí es muy fuerte. Es para verles las caras, todo un regalo de Navidad.


P.- ¿Cómo cree que va a encajar la banda en el puzzle de la música aragonesa?


R.- Hay proyectos parecidos en orquesta, pero no en banda. En España no conozco ninguno, de hecho: igual se me escapa alguno. Sí hay en Holanda, Alemania… espejos en los que mirarnos. La banda complementa, pone base a lo que luego podría hacer un conservatorio superior con los chicos, y al mismo tiempo nos permite entrar en terrenos a los que un conservatorio, por su forma de operar, no puede acceder.