FESTIVAL
Arrabal la monta en Periferias
El certamen de arte y vanguardia oscense tuvo ayer a un invitado de excepción, el dramaturgo y escritor Fernando Arrabal. Aunque llegó a Huesca para rendir homenaje a su amigo Roland Topor, su conferencia fue todo un espectáculo, propio de un 'showman' del humor
No habló del milenarismo, pero el paso de Fernando Arrabal ayer por Huesca trajo a la memoria aquel famoso momento en el que el dramaturgo puso patas arriba un plató televisivo. El irreverente escritor participó en el homenaje que el festival Periferias dedicó a Roland Topor, cofundador junto a Alejandro Jodorowski y el propio Arrabal del Grupo Pánico. Pero el autor teatral no estaba muy por la labor. "¿Sobre qué tengo que hablar?, no he comprendido", titubeó al inicio de su conferencia.
El homenaje a Topor se convirtió en un espectáculo arrabalesco. El escritor llegó por la tarde a la capital altoaragonesa tras un viaje desde Nueva York, y parece ser que el 'jet lag' hizo efecto. El primer acto tuvo lugar en la Biblioteca Antonio Durán Gudiol, donde se presentó 'Cocina Caníbal', el libro de Topor que ha reeditado la aragonesa Tropo Editores.
Allí, Óscar Sipán, escritor oscense y responsable de la editorial, se las vio y deseó para arrancar alguna palabra a Arrabal sobre el libro. Tras unos largos minutos de silencio ante los cariacontecidos asistentes, por fin el autor se decidió a hablar. Más bien, susurrar. "Topor fue mi primer amigo", comenzó, pero sin acabar de arrancar.
Sipán tuvo que entrar al quite: "Topor cultivó un estilo de dibujo 'toporesco', y una literatura con un gran sentido de humor, pero hoy es difícil conseguir en España un libro suyo". "De Arrabal también lo es, incluso de Cervantes", intervinó entonces el dramaturgo, que pareció aterrizar por fin en Huesca.
El segundo acto de la obra que Arrabal interpretaba sobre la marcha se desarrolló en el salón de actos del Centro Cultural El Matadero, que registró casi un lleno para escuchar la conferencia 'En torno al Grupo Pánico'. El escritor volvió a hacer de las suyas y prefirió ejercer de 'showman'.
De nuevo, silencio, tras el que Arrabal se puso en pie y agarró el micrófono, como un monologuista humorístico. "Es la segunda vez que vengo a Huesca -comenzó- y recuerdo que la primera vez lo hice con gran placer... ¿Sobre qué tengo que hablar?". Tras pensarlo, se lanzó a hablar sobre la Patafísica, el Grupo Pánico, el dadaísmo y el surrealismo, en los que Roland Topor militó.
La charla derivó después por caminos sinuosos sobre la relación de Lenin y el dadaísmo, en los que el dramaturgo tuvo a bien introducir una disertación sobre el ajedrez y repasar la historia del campeón Bobby Fisher y de la apertura española.
Casi para cerrar, recordó que estuvo en la cárcel en 1967, con el franquismo. "Pero yo no soy un héroe, como los antifranquistas que lo fueron con valor y coraje a partir de 1976", bromeó. También tuvo palabras sobre el premio Nobel de este año, el francés Le Clézio: "Me alegra de que le hayan dado el Nobel de literatura porque, si le hubieran dado el de inteligencia, hubiera sido un desastre. ¡Un niño de cuatro años es más inteligente que él!".
Fernando Arrabal la montó en Periferias, pero el público le agradeció el espectáculo con un sonoro aplauso.