Los visigodos, esos antepasados tan desconocidos

Una exposición muestra por primera vez las piezas encontradas en la excavación arqueológica de la Vega Baja, el yacimiento visigodo más importante de España.

Las máquinas excavadoras estuvieron a punto de destruirlo en 2006, en plena fiebre inmobiliaria, para construir viviendas, pero las presiones de instituciones culturales como la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando lo impidieron. Se inició entonces la excavación arqueológica de la Vega Baja, un amplio paraje situado a las afueras del casco histórico de Toledo que los arqueólogos consideran el más importante yacimiento visigodo de España. Después de varias campañas de trabajos, la exposición 'El Toletum Visigodo de la Vega Baja' muestra por primera vez una selección de las piezas encontradas hasta ahora.


La muestra, de entrada gratuita, estará instalada hasta el 24 de octubre en el Campus Universitario de la Fábrica de Armas, situado junto a la Vega Baja. Descubre al visitante cómo era la vida en la capital del Reino Visigodo en una época casi desconocida (siglo VI) y poco estudiada de la historia de España. Entre los objetos que se muestran destacan un relieve en marfil de lo que podría ser una caja o arqueta circular y que está siendo estudiada por los arqueólogos, ponderales -emisiones oficiales de pesos que confirmaban el valor y autenticidad de las monedas en circulación-, cerámicas, balanzas, monedas, aperos y adornos. De todas las piezas descubiertas hasta la fecha, a Ramón Villa, uno de los arqueólogos responsables del yacimiento, le llama la atención un «pequeño tesoro» hallado bajo los restos de una casa: "Un conjunto de monedas que algún noble escondió cuando los musulmanes entraron en la Península. Nunca regresó y quedó oculto durante siglos hasta hoy". También destacan varias monedas acuñadas por personajes que no aparecen en la lista de reyes godos y que, según los arqueólogos, indicarían que algunos nobles se autoproclamaron reyes.


Ciudad visigoda



'El Toletum Visigodo de la Vega Baja' incluye, asimismo, una recreación a tamaño natural de una estancia visigoda dividida en tres ambientes. Ello ha sido posible gracias a las excavaciones arqueológicas que han puesto al descubierto el trazado urbano de la ciudad que los visigodos levantaron en Toledo junto a la vieja ciudad romana. "En las 12 hectáreas excavadas ya se puede ver su estructura urbana, con zonas de viviendas, restos de edificios públicos y el cementerio. Pero habrá que esperar cinco o diez años para que el nivel de excavaciones sea el adecuado", explica Diego Peris, responsable de la empresa pública que se ha creado para gestionar el yacimiento y el futuro Centro Internacional de la Época Visigoda que se construirá junto al mismo.


Del ladrillo al museo


Todo estaba listo para comenzar a levantar 1.300 viviendas sobre la Vega Baja a pesar de que historiadores, arqueólogos, colectivos ciudadanos y algún partido político habían puesto el grito en el cielo por la inminente desaparición del que se sabía era el yacimiento arqueológico visigodo más importante de la Península. La Junta de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Toledo habían concedido los permisos oportunos pero el Gobierno autonómico dio marcha atrás en el verano de 2006 y, más tarde, declaró la Vega Baja 'Bien de Interés Cultural'.


España vivía en 2006 la cultura del ladrillo en medio de un 'boom' inmobiliario desconocido hasta entonces. La Vega Baja se salvó de convertirse en un barrio más, con viviendas de cuatro alturas y Corte Inglés incluido. Dos años más tarde las excavaciones arqueológicas han descubierto parte de lo que los expertos auguraban: los restos de una ciudad casi intacta que los visigodos construyeron cerca del Tajo. Hace un año el Ministerio de Cultura y la Junta de Castilla-La Mancha anunciaron que la Vega Baja contaría con un Centro Internacional de la Época Visigoda que albergaría un museo, un centro de interpretación y un centro de investigación pero los recortes presupuestarios impuestos por la crisis económica han ralentizado este proyecto cultural. La Vega Baja tendrá que esperar. Ya lo ha hecho durante trece siglos oculta bajo la tierra.