MUSEOS

El Guggenheim de Bilbao exhibe una selecta muestra de fondos del Museo de Viena

La muestra se compone de 73 pinturas y 124 esculturas y objetos decorativos, pertenecientes a la familia de los Hausburgo, que gobernó el Imperio Austro-Húngaro desde la caída del Imperio Romano (siglo III) hasta principios del siglo XX.

El Museo Guggenheim de Bilbao exhibe desde hasta el próximo 18 de enero una pequeña pero selecta muestra de los extensos fondos artísticos acumulados por los emperadores de Austria a lo largo de sus reinados y depositados en el Museo de Historia del Arte de Viena-Kunsthistorisches, que los ha cedido para la ocasión.


La muestra, presentada en conferencia de prensa por el director del museo bilbaíno, Juan Ignacio Vidarte; el director del Kunsthistorisches, Wilfried Seipil; y los comisarios Carmen Giménez y Francisco Calvo Serraller, se compone de 73 pinturas y 124 esculturas y objetos decorativos, pertenecientes a la familia de los Hausburgo, que gobernó el Imperio Austro-Húngaro desde la caída del Imperio Romano (siglo III) hasta principios del siglo XX.


Las 197 obras expuestas en Bilbao (de los 3 millones que componen los fondos propios de dicho museo vienés) abarcan desde el arte de los faraones egipcios hasta la pintura de temática religiosa de los periodos Barroco y Renacentista, e incluyen algunas obras consideradas maestras de los principales autores de las escuelas flamenca, italiana, alemana y española.


Entre las pinturas maestras que se exhiben en esta muestra figuran el "Retrato de la Infanta Margarita con vestido azul", de Velázquez; "María amamantando al niño", de Durero; varios tizianos; "Magdalena Penitente", de Gentileschi; y un retrato de Holbein.


Destacan también un conjunto de pequeñas pero valiosas esculturas y obras de orfebrería, pertenecientes a la denominada Cámara del Tesoro del Kunsthistorisches, realizadas en bronce, mármol, marfil o alabastro, pertenecientes a los siglos XVI y XVII, principalmente.


Los comisarios de la muestra han explicado que desecharon la idea de presentarla de forma cronológica y se inclinaron por estructurarla de acuerdo con los principales géneros del arte de la antigüedad como son el Retrato, la Historia-Religión-Mitología, el Desnudo, las Costumbres, las Naturalezas Muertas y el Paisaje.


De esta forma, la exposición se inicia en una sala dedicada al retrato, en la que la primera obra que recibe al visitante es un retrato de una infanta española hecho por Velázquez en 1659.


Han evidenciado los comisarios el reto que les ha supuesto ubicar obras de arte antiguo en unos espacios tan modernos como los que tiene el Guggenheim en su tercera planta, con salas de paredes blancas (color inexistentes en el museo vienés, según han apuntado) y de altos techos.


El director del Museo de Historia del Arte de Viena, Wilfred Seipel, ha destacado que es la primera vez que la pinacoteca que preside ofrece una exposición tan completa fuera de su sede habitual en el centro histórico de la capital austríaca.


Seipel ha resaltado que han traído a Bilbao numerosas esculturas y obras de arte que no se han mostrado nunca fuera de Austria, lo que hace la exposición del Guggenheim una ocasión única para ver estos fondos.


El comisario Calvo Serraller ha calificado de "singular" la colección del museo vienés y ha recordado que la misma "se fragua de forma familiar a través de los siglos y sin más guía que el interés por el arte de los miembros de la dinastía Hausburgo".


Este hecho explica que la mayoría de los retratos exhibidos en esta muestra pertenezcan a miembros de esta familia, tanto de la rama austríaca como de la que reinó en España desde principios del siglo XVI, con Carlos I y V de Alemania, hasta finales del XVII, con la Guerra de Sucesión que instauró a los Borbones franceses en el trono de España.