MÚSICA

Copi: "No quiero sentarme a esperar"

Fue, en buena medida, el artífice del sonido Bunbury y su fiel amigo y escudero mientras duró El Huracán Ambulante. Ahora, empieza su camino en solitario con un disco que presenta hoy en el Principal.

PREGUNTA.- Hay una especie de metáfora en el mismo inicio. Un grifo llenando un recipiente. Llenar un disco de música emocional como la suya no ha debido de ser tan fácil…


RESPUESTA.- Ni tan difícil. Las canciones estaban, los músicos también, el entorno, la familia, los amigos, la ilusión, el esfuerzo, algo de experiencia y mucho trabajo y sacrificio.


P.- Luego entra en faena con "La reina de Diagonal 73", en plan Dylan-Springsteen-Reed. Ambiente clásico, como esas guitarras casi pinkfloydianas de "Quiero" o las hendrixianas de "Maldito placer". ¿Qué hay de clasicismo en este disco y en Copi?


R.- Todo. Pero creo igualmente que podemos cambiar a Dylan-Springsteen-Lou por Hank Williams y Tom Waits, a Hendrix por Screaming Jay Hawkins y a Johnny Thunders y Pink Floyd por el gregoriano y Bach… Todo son ejemplos donde mirarse y donde aprender. Mi admiración por las raíces -el blues, el gospel, el gregoriano…- es tremenda.


P.- "Nada hay en mí que no sea demasiado corazón", canta. Habiendo tanta fibra sensible en usted, se supone que las letras no le son ajenas, que son parte de si mismo a corazón abierto…


R.- Sin duda. Mi vida ha pasado por momentos muy importantes en los últimos cuatro años, con muchos cambios, una esposa maravillosa, dos hijos divinos y, siempre, muchos y muy buenos amigos a los que nunca estaré suficientemente agradecido.


P.- Hay una canción -"Nada hay en ti"- de una belleza supina, con una voz femenina cristalina doblando. ¿Le dolería mucho que esta u otras de estas canciones no llegaran al gran público?


R.- Un poco sí, no voy a engañar. Pero no tanto al gran público, como al público ávido de cultura, de ilusiones, al público que se emociona con una melodía, con una letra, al que se le pone la piel de gallina escuchando a Chavela Vargas, a Camarón o a Billie Holiday.


P.- Este paso que ahora da, ¿se podría haber dado antes?


R.- Definitivamente, no. Sin duda, este es el momento.


P.- Se adivina en el título una intencionalidad confesional: un artista con su bagaje pero que empieza de cero, un "desconocido"…


R.- En un principio barajaba otro título, pero tengo una canción que al final no ha salido en el disco y que me guardo para hacer algo que se llama así, "Desconocido". Le tengo un cariño muy especial pues habla de cosas muy importantes que han pasado por mi vida últimamente.


P.- ¿Era necesario dar este salto? Seguramente no le hubieran faltado pretendientes para enrolarse en una banda a sueldo y quizá vivir más tranquilo antes que lanzarse a duras aventuras…


R.- No sé si era necesario. Yo tomé la senda del camino más difícil y no me arrepiento. Está siendo muy duro en el plano familiar y en el profesional, pero también muy reconfortante. Creo que tengo muchas cosas lindas que ofrecer y si me quedaba detrás de otro artista iba a ser muy difícil sacarlas adelante. De cualquier manera, hubiera sido muy difícil acompañar a un artista que no fuera mi amigo Enrique.


P.- Habrá quien piense que es muy tarde para este paso, pero canta: "No quiero sentarme aquí a esperar…"


R.- Y sí, no quiero sentarme a esperar, menos ahora.


P.- También es verdad que es más bonito dirigir uno mismo su rumbo que estar a las órdenes de otros, militar en "anarquías dictatoriales"…


R.- Me hace gracia lo de "anarquía dictatorial", porque me suena mucho a un amigo común. No me arrepiento de nada y menos cuando todo lo que me ha pasado ha sido tan maravilloso. Solo me fastidia un poquito no haber sabido aprovechar más y mejor el tiempo y los hechos pasados, pero "que me quiten lo bailao", como se dice por acá.


P.- ¿Hasta qué punto ha determinado su "medio ciudadanía" platense el resultado final del disco?


R.- Mucho. Yo me empapo de lo que tengo a mi alrededor y ahora mismo vivo segundo a segundo rodeado de argentinos y tomando mate. De hecho, el sonido de agua cayendo a un recipiente, del que hablabas antes, es agua caliente escanciada en un termo para preparar el mate, que tomamos juntos todos los días y en todo momento y en el que todos compartimos el mismo "mate" (recipiente) y la misma "bombilla" (pajita). Me pareció que era algo muy representativo para ser la introducción.


P.- Lo que está claro es que de tango y de latinismo, nada. ¿Lo ha esquivado porque hubiera sido lo previsible o es que no ha salido?


R.- No ha habido intención ni de poner ni de quitar.


P.- Ese saxo Ben Webster-Lester Young es uno de los hallazgos más interesantes del disco. Si la memoria no falla, es la primera vez que el jazz se incrusta en el pop de manera tan insólita y en una canción emocionante, "A ti mi compañera", de una belleza y entrega amorosa impresionantes…


R.- Estoy de acuerdo. La música y la letra surgieron de repente y a la vez. Fue un momento muy duro en el que yo tenía que venir por obligación a España y, bueno, ya la escuchará la gente y lo entenderá.


P.- ¿Qué será del concierto en el Principal?


R.- Habrá mucha entrega, pasión y la experiencia del concierto en la Expo, para saber qué es lo que no quiero hacer. Creo que va a ser muy especial.