CINE

Jonathan Demme: "Hollywood es un tiovivo del que ya no quiero formar parte"

Al autor de 'El silencio de los corderos' le gustaría repetir con Banderas y Meryl Streep, a quien este viernes entregará el Premio Donostia junto a Eduardo Noriega.

"He disfrutado mucho haciendo películas en Hollywood, pero no lo echo de menos. Ya no disfruto trabajando en el sistema, hay demasiadas personas que cobran por opinar, y eso es agotador. Es un tiovivo del que ya no quiero formar parte". Palabra de honor de Jonathan Demme, que desde hace nueve días lleva la sonrisa permanente en la cara. La razón es el Festival de San Sebastián, del que es presidente del jurado de la sección oficial y donde ha presentado sus dos últimos trabajos, 'La boda de Rachel', película con la que concursó en la Mostra de Venecia, y el nuevo documental que ha hecho sobre un músico al que quiere y admira, Neil Young.


Cineasta y cinéfilo, el autor de la oscarizada 'El silencio de los corderos' parece el típico turista americano. Desencantado de la meca del cine, este neoyorkino de 64 años recuerda que Hollywood era otra cosa cuando empezó. "Era un negocio en el que era suficiente no perder dinero para que los estudios siguieran trabajando, pero no tenías que hacer cifras astronómicas", expone el también realizador de 'Algo salvaje, 'Filadelfia' y el remake 'El mensajero del miedo'.


Demme conoce de primera mano lo que supone reventar las taquillas. Lo consiguió con 'El silencio de los corderos', un trabajo que le cambió la vida. "Me permitió tener el corte final de mis películas, acceder a un montón de guiones y tener mesa en los restaurantes. Pero ahora mi objetivo son los documentales, no me interesan las historias con guión. Con los documentales entras en la realidad y encuentras cosas que no esperas. Me gusta la idea de no planificar, de no repetir tomas", señala.


Bob Marley es el próximo proyecto de Demme en el campo del documental. Al mismo género pertenece el trabajo sobre la reciente gira americana de Neil Young, de quien también incluye una canción en 'La boda de Rachel', protagonizada por Anne Hataway que el próximo mes llega a las carteleras españolas. "No puedo vivir sin Neil Young", bromea este heterodoxo profesional que en los músicos ha encontrado una materia prima "muy interesante. Los músicos son actores naturales porque crean personajes para cada tema. Cine y música son un maridaje", asegura.