ARQUEOLOGÍA

El pavimento de la basílica paleocristiana de Santa Engracia sale a la luz

Los primeros hallazgos derivados de las prospecciones iniciadas el 8 de septiembre permiten soñar a los arqueólogos.

La cripta de Santa Engracia está dando sorpresas al equipo de arqueólogos, comandado por Antonio Mostalac, que efectúa desde el pasado 8 de septiembre diversas prospecciones, encaminadas en la búsqueda de vestigios de la antigua basílica paleocristiana allí enclavada. Con las primeras excavaciones ha aflorado un pavimento que, a tenor de los análisis iniciales, podría pertenecer a la citada construcción del siglo IV.


La búsqueda se ha desarrollado a partir de sondeos selectivos por georradar. "En 1814 -aclara Mostalac- el alcalde de Zaragoza, Vicente del Campo, acometió la restauración de Santa Engracia después de la voladura del 13 de agosto de 1808, en plenos Sitios. Y cavó en busca de la cripta de la basílica paleocristiana, citada por el padre Martón en 1737. La excavación fue demasiado profunda, y rompió por inversión la secuencia de los estratos, al rellenarlos luego de grava". Con el punto de vista del arqueólogo y doscientos años de conocimientos añadidos, el equipo que trabaja en la cripta de Santa Engracia está en condiciones de afirmar que el pavimento hallado es romano. "Tiene una confección sencilla -apunta Mostalac- y una capa de cantos de río sobre gravas naturales, cubierto con una lechada de cal y yeso. No se conserva intacto, pero por los restos de algunas zonas de su superficie, llevaba en el mortero fragmentos de cerámica romana, que le conferían textura y capacidad para resistir la acción erosiva del agua, además de pesas de telar y tejas".


Después de haber alcanzado ya la capa freática en una de las dos áreas de excavaciones -esto es, un indicativo de que no hay nada construido debajo-, se ha encontrado bajo el vestíbulo de entrada un pavimento de apenas un metro cuadrado, de mortero blanco. Exhibe gran factura y un sellado intencional con cantos de río.


"Tenemos -afirma Mostalac- las más altas expectativas con este pavimento, hallado a cuatro metros y treinta centímetros de la superficie de la plaza, treinta por debajo del otro posible vestigio de suelo de la basílica. ¿Qué esconde? Esa es la pregunta".


Valor histórico y religioso


El hallazgo no es espectacular, pero sí valioso desde el punto de vista histórico y religioso, y se exhibirá al público protegido por un cristal. "Hay mucha bibliografía de los siglos XVIII y XIX al respecto de la basílica paleocristiana -aclara el director de la prospección-, pero con muchas contradicciones. Ahora podemos restituir el paisaje urbano de la zona. Y como el sarcófago 'Receptio animae' también está donde se suponía, pudo haber contenido las reliquias de Santa Engracia".


El mapa histórico de la zona quedaría compuesto por la basílica paleocristiana, el martyrium (lugar de culto a los mártires, situado al final de la actual calle Costa, junto a la plaza de los Sitios) y una necrópolis con división de formatos de enterramiento: fosa, sarcófago y cubrimiento de tejas.


Los trabajos se desarrollan tras un convenio que firmaron el pasado 11 de junio el Ayuntamiento y Arzobispado de Zaragoza. El Arzobispado cedió la cripta para que se celebre en ella una exposición sobre los orígenes del cristianismo en la ciudad y los Sitios; y el Ayuntamiento, por su parte, se comprometía a ejecutar la investigación científica en el subsuelo del templo, que comprende la apertura y estudio de dos sarcófagos antiguos.


La gran incógnita que se quiere desvelar en el devenir de los trabajos arqueológicos es la orientación de la antigua cripta. Los sondeos efectuados el pasado viernes todavía no permiten asegurar si la cabecera estaba al oeste o al este. También se trata de determinar el tamaño de la antigua basílica. "Nos falta por precisar eso, el tamaño -aclara Mostalac-, para saber si se trataba de una basílica o de un baptisterio".