FESTIVAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN

La película 'Fear me not' rastrea los límites de la locura y la insatisfacción humana

Para su director, Kristian Levring, la pregunta básica que la cinta plantea es cómo quiero yo que sea mi vida y qué tengo que hacer para conseguirlo.

La eterna insatisfacción humana, los límites de la locura y la búsqueda de la felicidad son los temas principales de la película 'Fear me not' (Dinamarca) que se ha persentado en la 56 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Para su director, Kristian Levring la pregunta básica que la cinta plantea es cómo quiero yo que sea mi vida y qué tengo que hacer para conseguirlo.


En esta búsqueda, el protagonista, Michael, se embarca en las pruebas sobre un ensayo clínico con un nuevo antidepresivo. Semanas más tarde, las pastillas producen unos inesperados efectos secundarios y suspenden el tratamiento, pero Michael decide poner a prueba su autocontrol y experimentar por su cuenta los efectos de esta 'milagrosa' sustancia.


"Lo único que quiero decir con esta película es que hay que tener cuidado con los medicamentos que tomamos cuando juegas con tu mente porque, cualquier tipo de sustancia, alcohol, antidepresivos o drogas puede alterar tu mente", ha explicado el director, que es uno de los creadores del movimiento Dogma 95 y creador de 'The King is Alive'.

La doble personalidad


Los efectos secundarios del experimento desarrollan en el protagonista una doble personalidad que el director no duda en comparar con el cuento del 'Doctor Jekyll y Mister Hyde' de Robertson. "Creo que ese cuento tiene algo más profundo sobre los seres humanos porque muchas veces te preguntas: ¿quién soy yo?, ¿quiénes son las personas con las vivo?', señaló en voz alta el director.


Así Levirng sitúa a un hombre, Michael, interpretado por Ulrich Thomsen, quien ha logrado todos los objetivos materiales que esperaba, y sin embargo, se da cuenta que la vida "no le llena y no es lo que esperaba", aclaró el director.

 

Intoxicado por el éxito rápido y fácil que producen las pastillas que está probando, Michael siente la necesidad de controlar también la vida de otras personas. Poco a poco, sus juegos psicológicos se vuelven más drásticos, hasta que descubre algo que le fuerza a ver sus acciones bajo una luz aterradora.

 

En este sentido, Thomsen ha declarado que interpretar este tipo de papeles es todo un "reto" y ha reconocido que disfruta con la profundidad y complejidad de estos personajes, que poco tienen que ver él.


Para crear una sensación de plenitud y belleza en el espectador, su director Levring sitúa el drama entre un paisaje ideal y estéticamente perfecto para mostrar, que se puede alcanzar la "belleza estética o material y ver que esto no es suficiente", ha concluido el director.